El PKK asume el llamado de Abdullah Öcalan y anuncia la entrega de las armas

A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por A Nova Democracia (AND).

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) asumió el 1 de marzo el llamado de su líder encarcelado, Abdullah Öcalan, para deponer las armas y disolver el Partido. La decisión fue anunciada en una rueda de prensa en el Elit World Hotel, en Beyoglu, Estambul, tras una visita de una delegación del PKK y del Partido turco DEM [Nota del traductor: Partido Popular por la Igualdad y la Democracia] a la isla donde Öcalan está preso.

“Como PKK, estamos de acuerdo con el contenido del llamado tal como es y declaramos que cumpliremos e implementaremos los requisitos de nuestra parte. Pero queremos subrayar que, para el éxito, las políticas democráticas y los fundamentos legales también deben ser adecuados”, dijo el texto leído por los representantes del Partido.

Justificación

Tanto Öcalan como el PKK afirman que las reivindicaciones históricas del PKK han sido alcanzadas por el avance de «medidas democráticas» en Turquía bajo el gobierno fascista de Erdogan y, por lo tanto, no habría más razones para continuar en la lucha armada.

El líder del Partido dijo que el motivo del surgimiento del PKK fue la «negación total de la realidad kurda, las restricciones a los derechos y libertades básicas, especialmente la de expresión», y que, dado el avance de «medidas democráticas» en Turquía, «la resistencia armada ya no tiene ningún significado».

Por su parte, el PKK concluyó que «está claro que el PKK ha sido el gran movimiento de heroísmo y verdad del último medio siglo en el Kurdistán. Todo se ha logrado con una lucha muy valiente y desinteresada, pagando un alto precio y esfuerzo. Conmemoramos a todos los mártires heroicos de esta gran lucha por la libertad con profundo respeto, amor y gratitud.»

Nuevo comienzo’

La declaración dice que el llamado de Öcalan «no es un fin», sino «un nuevo comienzo». «Estamos llevando estas conquistas históricas hacia una nueva lucha», dice otro fragmento de la declaración. Para este momento, la liberación de Öcalan es un «paso necesario», según el texto. «Hasta ahora hemos sido nosotros quienes hemos conducido la guerra, con todas sus fallas e inadecuaciones; pero solo el Líder Apo [Nota del traductor: en referencia a Abdullah Öcalan] puede gobernar la Era de la Paz y de la Sociedad Democrática», afirman.

Indicios

La declaración del alto el fuego por parte del PKK no es una sorpresa completa, ya que el presidente fascista de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ya estaba negociando una «solución pacífica» para la cuestión kurda con Öcalan.

El famoso diputado turco, Devlet Bahçeli, del Partido de extrema derecha Acción Nacionalista, también había dado indicios de que la capitulación del PKK estaba por suceder.

Al final del año pasado, Bahçeli dijo que «Ocalan debe hablar con la facción del Partido DEM. Debe convocar a la organización a deponer las armas y servir al país», lo que fue descrito por el periódico revolucionario turco Yeni Demokrasi como un «intento de posicionarse contra la amenaza kurda emergente».

Para los periodistas de la tribuna revolucionaria turca, los reaccionarios que intentaban liquidar la lucha kurda a cambio de migajas decidieron cambiar de táctica a finales de 2024. «Mientras que el antiguo ‘proceso de liquidación’ consistía en aceptar migajas ‘nacionales’ a cambio del desarme de la lucha nacional kurda, el paso actual es que el movimiento nacional kurdo ofrezca sus oportunidades organizativas y políticas en todas sus partes, incluyendo Rojava, a la orientación de EE. UU. a cambio de los derechos en cuestión», señalan en un artículo del 11 de noviembre de 2024.

Los indicios se hicieron más fuertes después del golpe de Estado en Siria por parte de la banda proyanqui y proexpansionismo turco Hayat Tahrir al-Sham (HTS). El Estado turco vio allí una oportunidad de mover al Ejército «Nacional» Sirio (SNA), una facción proturca, contra las áreas kurdas en Siria, controladas por las SDF-YPG, y ejercer presión sobre algunas bases del PKK.

Este escenario fue analizado por la redacción del periódico electrónico El Heraldo Rojo. «Todo esto constituyen en conjunto un marco excelente para las negociaciones en curso con Öcalan sobre una «solución pacífica al problema kurdo». Lo que se obtiene en la mesa de negociaciones no es más que un reflejo de los resultados en el campo de batalla, el estratega turco lo sabe muy bien.«, escribieron en un artículo del 11 de diciembre de 2024.

Bueno para EE. UU. y para Erdogan

Hablando de EE. UU., la Casa Blanca del gobierno del ultrarreaccionario Donald Trump saludó la declaración de Öcalan y la capitulación de la cúpula del PKK. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional yanqui consideró la declaración «un desarrollo significativo y esperamos que ayude a calmar a nuestros aliados turcos sobre los socios anti-ISIS de EE. UU. en el noreste de Siria. Creemos que ayudará a traer paz a esta región problemática».

La capitulación del grupo también tiende a favorecer al gobierno de Erdogan, al servir como un poderoso capital político para el presidente fascista del país.

Al contrario

La definición del PKK va en sentido contrario al desarrollo de la situación objetiva de la causa kurda. Erdogan ya ha dejado claro que no tiene intención de dejar de luchar contra la causa kurda, a pesar del acuerdo con Öcalan y el PKK. En una reunión en febrero con el líder de la facción siria HTS, dijo que «le expresé que estamos listos para proporcionar el apoyo necesario a Siria en la lucha contra todas las formas de terrorismo, ya sea ISIS o PKK».

O sea, a pesar del acuerdo, los grupos armados que luchan por la causa kurda en otros países seguirán siendo tachados de «terroristas» por el gobierno turco y serán reprimidos. Lo mismo ocurrirá con los kurdos en Turquía que decidan romper con el camino de Öcalan y continuar en la lucha armada.

La declaración de capitulación también contradice el camino seguido por fuerzas progresistas y revolucionarias en Oriente Medio y en el mundo. Cada vez más, estos grupos defienden la persistencia en el camino de la lucha armada por la liberación.

En Oriente Medio, esta es la situación de Ansar Allah en Yemen, Hezbollah en Líbano y las diversas organizaciones de la Resistencia Nacional Palestina.

Limitaciones históricas

Al mismo tiempo, esto expresa las limitaciones históricas de determinados liderazgos del movimiento nacional kurdo, que, dada su naturaleza de clase burguesa, optan por apoyarse en la financiación y el apoyo logístico de sectores contrarrevolucionarios, como EE. UU., o en clases no confiables de nacionalidad kurda, como la gran burguesía, creyendo que los medios de guerra son lo más importante, en lugar de establecer alianzas con las clases revolucionarias de sus propios países en la lucha por una Revolución de Nueva Democracia, en la cual la minoría nacional kurda tendrá sus derechos plenamente garantizados. Y, en el futuro, garantizar la proclamación del Kurdistán.

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