Punalippu: Alto el fuego en Gaza – el imperialismo yanqui e Israel fracasan en sus planes

A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por Punalippu de Finlandia. El artículo fue originalmente publicado el 18 de enero.

El 15 de enero, Israel y el Frente de Resistencia Nacional de Palestina, liderado por Hamas, firmaron una propuesta de alto el fuego mediada por Catar y Estados Unidos, y el gobierno israelí finalmente votó a favor a primera hora del sábado después de intentar culpar a Hamas por el retraso, que fue por conflictos internos dentro de su propio gobierno. La primera fase del alto el fuego debería entrar en vigor el domingo. El alto el fuego muestra que Israel y sus amos imperialistas, principalmente el imperialismo yanqui, no lograron destruir Gaza como bastión de la lucha de liberación nacional por medios militares y se vieron obligados a arrodillarse, aceptando un alto el fuego debido a una lucha armada de las masas. Israel no ha logrado destruir la resistencia nacional, que sigue demostrando ser viable. La perseverancia mostrada por el pueblo palestino frente a un enemigo monstruoso ha inspirado la lucha antiimperialista en todo el mundo y ha revelado la verdadera naturaleza del imperialismo a masas cada vez más amplias. El alto el fuego es el resultado de la valiente lucha armada del Frente de Resistencia Nacional de Palestina y de la perseverancia del pueblo palestino, así como del sólido apoyo mostrado por los pueblos del mundo al pueblo palestino, y especialmente del ascenso de la lucha de liberación nacional en las regiones vecinas.

El acuerdo de alto el fuego describe tres fases, cuyo contenido de dos de ellas aún está en negociación. La primera fase, cuyo inicio está previsto para el domingo y que durará seis semanas, incluiría el cese de los combates, una retirada parcial israelí de Gaza, un intercambio limitado de prisioneros, el regreso de los desplazados de sus hogares, la entrada de 600 camiones de ayuda a Gaza diariamente, el acceso a los heridos fuera de Gaza para recibir tratamiento y la apertura del cruce fronterizo de Rafah siete días después de que entre en vigor el alto el fuego. La Resistencia Nacional Palestina intercambiará 33 prisioneros, que son mujeres, niños y civiles mayores de 50 años, por 1.700 prisioneros palestinos, algunos de los cuales cumplen cadena perpetua y al menos 1.000 de los cuales están encarcelados desde el 7 de octubre. Israel se retira de los centros de población de Gaza a 700 metros de sus fronteras. Sin embargo, esto aparentemente no se aplica al Corredor Netzarim que atraviesa Gaza, del cual la retirada se realizará por etapas. La segunda y tercera fase incluirían la liberación de aún más prisioneros y una retirada de Israel de Gaza.

El hecho de que el alto el fuego sea precisamente el resultado de la tenaz lucha armada en Palestina también se ve respaldado por el hecho de que anteriormente, a finales de mayo y junio, Israel suspendió las negociaciones, diciendo que sólo la destrucción completa de las capacidades militares y administrativas de Hamas le sería aceptable. Además, por ejemplo, el Ministro de Finanzas del Estado, Bezalel Smotrich, afirmó que el acuerdo es malo y peligroso para la «seguridad» de Israel.

Durante y después de la primera fase, se negocian la segunda y tercera fase. Sin embargo, la realización de éstas parece incierta. Los imperialistas, encabezados por el imperialismo yanqui, tienen la clara esperanza de que las fases del alto al fuego conduzcan a la paz de las bayonetas y a la instalación de una «Autoridad Palestina» como esbirro de Israel que está asesinando a su propio pueblo como parte de la tercera fase de alto el fuego. Cabe señalar que hasta el momento sólo se ha alcanzado un acuerdo sobre la primera fase del alto el fuego, y ni Hamás ni los israelíes han aceptado los detalles de la segunda y tercera fase. El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, ha propuesto que la «reconstrucción» de Gaza significaría la instalación de la “Autoridad Palestina» respaldada por «socios internacionales» (imperialistas, principalmente el imperialismo yanqui, y sus lacayos) para «supervisar» Gaza. El 15 de enero también se organizó una reunión en Oslo bajo el liderazgo del imperialismo noruego, donde se discutió el camino hacia una solución de dos Estados. El presidente de la «Autoridad Palestina» participó en esta reunión y presentó, por ejemplo, su esperanza de que con el apoyo de sus «socios internacionales» pueda actuar rápidamente y comenzar a gobernar también Gaza. Además, el think tank yanqui Atlantic Council ha propuesto que, a corto plazo, diferentes Estados árabes sean responsables de la «seguridad» en Gaza. Esto significa que para salvar las apariencias, el imperialismo yanqui aumentaría el papel de los gobiernos lacayos de los Estados árabes en la represión de la lucha de liberación nacional en Palestina. De todos modos, este plan está condenado al fracaso. Las fuerzas en la Cisjordania ocupada, administrada por la «Autoridad Palestina», están resistiendo cada vez más contra la traidora y putrefacta «Autoridad Palestina», secuaces de la ocupación. Es puro chovinismo e imperialismo por parte de los oportunistas de los países imperialistas tratar de presentar a la “Autoridad Palestina” como una alternativa.

El imperialismo yanqui está tratando de lavarse la sangre de las manos presentándose como un gran mediador y creador de «paz» en el Medio Oriente. Israel ha continuado sus intensos bombardeos sobre Gaza y ha asesinado a más de 120 palestinos desde la declaración del acuerdo del alto el fuego, principalmente con armas que le garantizaba el imperialismo yanqui. Éste es el terror de un ejército derrotado y en retirada. El pueblo palestino y los pueblos del mundo que lo apoyan no olvidarán los crímenes de los imperialistas y sus lacayos, por mucho que intenten presentarse como pacificadores. Más importante que las acciones de los imperialistas, es la resistencia armada e inquebrantable del pueblo palestino y el ascenso de la lucha antiimperialista que ha inspirado en todo el mundo, que exige que los revolucionarios proletarios tomen su liderazgo para derrotar completamente al enemigo y acabar con el imperialismo. Los oportunistas intentan inducir pasividad en el movimiento emergente apelando a ilusiones de paz. Sin embargo, no se vislumbra un final para la ocupación de Israel sobre la Franja de Gaza, y mantener el alto el fuego de seis semanas parece incierto. El imperialismo no está cambiando su naturaleza y el pueblo de Palestina y otros pueblos del Oriente Medio Ampliado todavía están luchando por su liberación.

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