Ola de ataques contra campamentos de campesinos en Brasil
Desde el periódico revolucionario A Nova Democracia, se han reportado diferentes casos de represión contra los campesinos por parte de pistoleros que cuentan con la ayuda de la Policía Militar (PM). En todos los casos, las fuerzas paramilitares al servicio del latifundio, como pistoleros, cuentan con la libertad de disparar a los campesinos y destruir sus hogares y tierras, protegidos con total impunidad por la PM, que acude con ese propósito. Resumimos algunas de las noticias al respecto:
Área Revolucionaria Revolucionaria Renato Nathan
Desde 2009 que los campesinos de la región de Messias, en Alagoas, se unieron a la Liga de los Campesinos Pobres (LCP) para conquistar las tierras y destruir al latifundio. Tal y como A Nova Democracia, a través de Asambleas Populares se decidió llevar a cabo a partir de 2012 la Corte Popular, además de Escuelas Populares o electrificar la zona.
Pero tras años viviendo y trabajando la tierra, incluso en beneficio de los municipios de al lado, participando en las ferias para el pueblo, el latifundio ha lanzado un nuevo ataque, promoviendo la destrucción del Área Revolucionaria Renato Nathan. “Mis casas, mis granjas, mis cultivos, están todos destrozados. Todo por la decisión de un juez corrupto, un ladrón, que nos echó sin derecho a nada” dijo un campesino para el periódico revolucionario. El primo del Ministro de Defensa José Múcio, Eduardo Queiroz Monteiro, es quien reclama las tierras donde los campesinos han vivido y trabajado durante 15 años. En total más de 720 familias que viven en la Área Revolucionada organizada por la LCP han sido afectadas por este ataque.
Al parecer, no es la primera vez que este juez, José Afrânio os Santos Oliveira, se posiciona claramente a favor del latifundio, saltándose incluso las propias leyes. “Afrânio tiene una enorme lista de acusaciones de venta de sentencias y es reconocido como uno de los más corruptos del poder judicial de Alagoas” afirman los campesinos. Él fue quien dio los permisos para que, protegidos con hombres armados, retroexcavadora derribasen las casas de los campesinos y se prohibió a los productores recoger sus bienes y animales. Todo ello es todavía más sangrante cuando se les había prometido a los campesinos la expropiación de las tierras en beneficio de los campesinos para el 25 de octubre.
La LCP afirma que no aceptará la destrucción de las viviendas y la producción de los campesinos, y que ya ha comenzado la movilización contra la decisión del juez: “A pesar de todo, no pudieron destruir toda la zona, sólo provocaron más odio en el corazón de los campesinos, que seguramente sabrán responder más temprano que tarde a este cobarde ataque (…) Pagarán caro por la crueldad, la injusticia y el incumplimiento. Cada enemigo del pueblo antes mencionado recibirá, a su debido tiempo y en su propia medida, el pago que le corresponde. Volveremos más fuertes y más preparados’”.
Intento de expulsión en Ceará
Una operación de guerra llevada a cabo por el gobierno de Ceará el 23/10 utilizó policías, retroexcavadoras y pistoleros para expulsar a familias de una gran propiedad en el municipio de Morrinhos. La tierra, que pertenece al Secretario de Ciudades del gobierno, Zé Albuquerque, fue reclamada por campesinos después de años de abandono.
El 23 de septiembre se realizó la retomada Poeta Colibri, nombre dado por los campesinos, que se encuentra en el distrito Sítio Alegre. Las decenas de familias se están enfrentando desde entonces al gobierno, a la policía y a la fuerzas paramilitares.
De nuevo, como en la Área Revolucionaria Renato Nathan, policías y pistoleros actúan juntos y sin orden judicial contra los campesinos. A veces, la combinación de fuerzas es para que la PM escolte a los pistoleros, con la garantía de que actuarán sin castigo. En otros casos, la PM participa directamente en la represión.
PM ayuda en Paraná al latifundio a destruir plantaciones indígenas
En Guaíra, Paraná, el latifundio ha enviado a sus secuaces para que envenenen las plantaciones de los campesinos indígenas, todo ello, de nuevo, bajo la protección de la PM. Los hechos ocurrieron el 23 de octubre. Este ataque rompe con lo que estipuló el juez: respetar los límites de los campesinos y sólo podría el latifundio acercarse en presencia de la Fuerza Nacional.
Se da una escalada de violencia en las últimas semanas. El 17/10, un camión y cuatro retroexcavadoras intentaron invadir la comunidad en beneficio de un latifundista que dice ser dueño del terreno. Posteriormente se encontraron pruebas de gel de sílice desecante, tóxico al ser ingerido, entrar en contacto con la piel o ser inhalado.
El líder de los campesinos indígenas, que permanece en el anonimato, habló a través de un periódico, y afirma que los indígenas también prometen resistir la ofensiva del latifundio. «Moriremos, pero no retrocederemos», dijo un dirigente.