Crecientes protestas obreras en Bangladés
Imagen de cabecera: protesta de los obreros bloquea las carreteras del país. Fuente: Dhaka Tribune.
La clase obrera bangladesí está protestando y bloqueando las principales zonas industriales del país. Recientemente se ha informado que sólo ayer hubo 167 fábricas textiles cerraron debido al bloqueo realizado por los proletarios, y durante el da de hoy otras 60 han permanecido cerradas y dos obreros han sido detenidos en la zona de Ashulia. Los medios locales informan de que estas protestas van creciendo cada vez más y que se han extendido a las zonas de Ashulia, Savar y Gazipur. El proletariado bangladesí no sólo ha bloqueado fábricas textiles sino también de otros sectores como de materiales cerámicos, farmacéuticos, sanitarios, etc. Hay una lista de 11 exigencias clave, entre las que destacan incrementos salariales, vacaciones para los días festivos y recontratación de compañeros despedidos. El proletariado se ha enfrentado no sólo a los propietarios de las fábricas y a la policía, sino también a la burocracia sindical, que ha acusado a los manifestantes de “vandalizar” las fábricas. Según los reportes locales, las protestas recientes más intensas iniciaron el domingo por parte de desempleados protestando contra la crisis y exigiendo empleo, lo cuál fue rechazado por los gestores de las fábricas. Tras ello iniciaron la protesta a la que se sumaron miles de proletarios de las fábricas.
Múltiples carreteras clave del país han sido bloqueadas, por ejemplo la que une la capital, Dacca y Mymensingh. Medios locales informan que esta última carretera ha sido bloqueada por proletarias para exigir la igualdad en las condiciones laborales. Para intentar abrir caminos bloqueados, se ha tenido que enviar al ejército, que ha actuado junto con la policía. Los proletarios se han defendido y según los medios locales han herido a varios policías y esquiroles, provocando la intervención del ejército.
A estas protestas se han sumado otros sectores de la clase obrera como conductores de tuk-tuk, que han protestado en Dacca, gritando consignas como “Obreros del mundo, uníos”, contra los altos pagos que les imponen por sus licencias para poder trabajar. También están protestando los médicos que llevan a cabo una huelga indefinida desde el inicio del mes, exigiendo condiciones más seguras de trabajo y se están reuniendo por cientos en diversos lugares del país.
Mientras el proletariado lucha día tras día contra los abusos y la explotación de la burguesía y el imperialismo, el presidente interino del país, Muhammad Yunus, dejó muy claro de que lado estaba cuando se reunió con la patronal del sector textil, le pidió su apoyo para “reconstruir la nación” y rápidamente se mostraron en sintonía. Más recientemente representantes de las compañías exportadoras textiles se ha reunido con altos cargos del gobierno actual para discutir la situación y han afirmado que los obreros “no tienen ningún problema”, y que hay un grupo “que está tratado de crear una situación inestable en la zona industrial”.
Así vemos que después de la gran rebelión del pueblo bangladesí que derrocó a Sheikh Hasina y la hizo huir del país, se encuentra con que el nuevo gobierno tampoco corresponde a sus intereses sino a los intereses de las clases dominantes y sigue aplicando políticas antipopulares y al servicio del imperialismo.