El imperialismo no logra controlar la situación en Somalia
Imagen de cabecera: daños en las afueras de Mogadiscio tras el ataque de Al-Shabaab el 21 de agosto. Fuente: Garowe online.
En el último mes se han reportado numerosas acciones por parte de Al-Shabaab contra el Estado somalí. En muchas de ellas hay numerosas bajas en las fuerzas estatales progresivamente se ven más acciones y más cerca de la capital, Mogadiscio.
En las primeras semanas de agosto hubo un ataque a una base militar en Balad, a sólo 30 kilómetros de la capital. No se reveló el número de bajas pero se sabe que hubo duras bajas para el Estado. Pocos días más tarde otra base militar cercana a la capital, en Elasha Biyaha, a 15 kilómetros de Mogadiscio. Se informa que hubo de nuevo duras bajas entre las tropas estatales y de tropas estatales vigilando las afueras de la capital por la llegada de combatientes de Al-Shabaab. Poco después se informó sobre un ataque con coche bomba realizado la noche del 21 de agosto, en las afueras de Mogadiscio. El ataque mató a cinco agentes del servicio de inteligencia somalí e hiriendo a 14 agentes más. Ese mismo día se realizaron ataques con artillería causando más heridos entre las tropas estatales. Los medios locales afirman que todo esto ha mostrado que el Estado somalí tiene al enemigo justo en su capital y con capacidad para realizar operaciones coordinadas.
Estos ataques por parte de Al-Shabaab son una expresión de la agudización de las contradicciones en Somalia sobre las que hemos informado en varias ocasiones. A pesar de estos numerosos ataques que van acercándose a la capital, el gobierno somalí informa constantemente de supuestos ‘triunfos’ contra las tropas de Al-Shabaab. El gobierno afirma que desde agosto de 2022 ha eliminado al menos 5.000 luchadores de esta organización y que ha liberado 200 distritos y aldeas del país. A pesar de ello no para de firmar nuevos acuerdos militares para recibir más tropas extranjeras en el país que le ayuden a controlar la situación a la que se enfrenta. Entre estas intervenciones se encuentra la del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que recientemente ha votado unánimemente mantener la misión militar en Somalia, la cuál es llevada a cabo por tropas de la Unión Africana, un total de 12.626 soldados, incluyendo 1.040 agentes de policía.
Más allá de las iniciativas cercando la capital, hay otros factores que arrojan sombra sobre estas cifras oficiales: dentro de estas bajas a Al-Shabaab se incluyen numerosas bajas en numerosos bombardeos y operaciones aéreas. Por ejemplo en febrero se informó oficialmente de un ataque eliminó a 30 militantes de esta organización. Sin embargo portales de investigación que monitorean los bombardeos realizados por tropas somalíes y y principalmente por parte de los yanquis, informan de numerosas bajas civiles y otros crímenes contra el pueblo. En esto el imperialismo yanqui es el actor más destacado en los crímenes y asesinatos contra el pueblo somalí: el imperialismo yanqui ha admitido asistir ‘remotamente’ operaciones militares somalíes que han acabado con el asesinato de civiles. Esto incluso ha sido denunciado por víctimas de estos ataques y se les ha reclamado judicialmente su responsabilidad y exigido disculpas por ello. Algo que por supuesto el imperialismo yanqui ha ignorado incluso admitiendo el asesinato de civiles. Desde el inicio de los 2000 hasta 2024 se calcula que Estados Unidos ha realizado cerca de 300 ataques con drones y operaciones con comandos. A estos ataques criminales se le suman crímenes cometidos por otros Estados, por ejemplo por parte del viejo Estado turco que recientemente asesinó a 23 civiles, incluyendo 14 niños en un ataque con dron el 18 de marzo.