La reglamentación sobre la deforestación de la UE sirve al saqueo imperialista
A continuación publicamos una traducción no oficial de un artículo publicado por Punalippu.
Este año la UE adoptará una nueva reglamentación sobre la deforestación (EUDR) de acuerdo con la cuál las empresas de la UE que comercian con ganado, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera así como productos derivados de ellos (como productos cárnicos, chocolate, pulpa y otos productos derivados del papel, etc.) deberán demostrar que ningún bosque ha sido destruido en la cadena de producción después del 31 de diciembre de 2020. Por ejemplo se deben usar imágenes de satélite como prueba. Además se debe asignar una etiqueta de geolocalización que permita rastrear el origen del producto hasta el pedazo de tierra del que procede.
Sin embargo usar la etiqueta de geolocalización e imágenes de satélite sólo es posible para terratenientes y monopolios, y el pequeño y medio campesinado no tienen posibilidad de demostrar si sus productos son “responsables”. Al mismo tiempo, la UE, una alianza de imperialistas, sermonea a los campesinos de los países oprimidos sobre un problema que los propios imperialistas han creado y que promueven constantemente. La agricultura del campesinado pobre y medio no es la que destruye los bosques, sino que son los grandes terratenientes y monopolios imperialistas los culpables. Ellos son los que convierten áreas forestales en plantaciones gigantes para productos para la exportación y roban las tierras del campesinado pobre y medio, quienes sobre todo cultivan para la demanda local. Anteriormente se usaron discursos “ambientalistas” similares para atacar a los campesinos pobres y destruir la pequeña y mediana producción en el campo, por ejemplo en Brasil, como ha denunciado la Liga de Campesinos Pobres (LCP) en su comunicado.
También es erróneo pensar que los monopolios se preocuparán más por los bosques debido a la reglamentación. Ya se sabe que muchos monopolios establecerán dos cadenas de producción separadas: una para productos exportados hacia la UE, una para productos exportados a otros lugares. Y nunca ninguna ley ha evitado que los monopolios saqueen, asesinen y causen destrucción en los países oprimidos, donde los regímenes al servicio de imperialistas extranjeros hacen todo lo que está en su mano para permitir esto.
Como solución a los problemas de los pequeños y medios campesinos a alcanzar los requerimientos de la reglamentación, se han propuesto diferentes cuestiones: cooperativas, comunidades productores y una mayor participación de los Estados. Esto en realidad no mejora las condiciones del pequeño campesinado sino que lo subyuga y lo oprime incluso más.
Algo central para la reglamentación es que los monopolios más poderosos sean reforzados y que la producción se centralice aun más. El monopolio suizo Nestlé, el monopolio yanqui Mars Wrigley y el monopolio italiano Ferrero han escrito una carta en la que ellos apoyan la reglamentación. Por ejemplo Nestlé ya ha dicho que tiene mecanismos requeridos por la reglamentación para que se pueda seguir a su cadena de producción. Es decir, tiene una ventaja respecto a sus competidores. Por otra parte, por ejemplo Estados Unidos y la Confederación Europea de Productores de Papel han propuesto que la ley debería retrasarse y algunos de los países miembros de la UE, incluyendo Finlandia han elevado sus preocupaciones sobre cómo se implementará la ley.
Por lo tanto la reglamentación sobre la deforestación de la UE en realidad beneficia a terratenientes y monopolios y promueve que el pequeño y medio campesinado estén más subyugados a ellos. Esto no frena la deforestación, que es causada por el saqueo imperialista, que erigen plantaciones gigantes para la explotación, sino que la acelera. Y tampoco da tierras al labrador, sino que al contrario, promueve el robo de sus tierras.