Nuevos sabotajes en Francia
Imagen de cabecera: obreros en Croiselles, norte de Francia reparando las vías ferroviarias. Fuente: Denis CHARLET / AFP.
Este domingo se ha intentado otro ataque contra las vías ferroviarias, esta vez cerca de Ruan, Normandía, en el norte de Francia. El sospechoso fue detenido antes de efectuar la acción. El Ministro de Interior de Francia, Gérald Darmanin, identificó al joven como un activista de “ultraizquierda”. Este joven no tendría relación con la acción de sabotaje sobre la que hemos informado recientemente. Desde este ataque, el Estado francés ha desplegado cerca de 1.000 trabajadores ferroviarios, 250 agentes de seguridad, 50 drones y varios helicópteros de policía para intentar vigilar toda la red ferroviaria francesa. Las comunicaciones con tren se han restablecido con cierta ‘normalidad’ según el Estado francés, pero esto ha sido a costa de movilizar esta gran cantidad de trabajadores y después de tres días de intenso trabajo. El daño económico se cifra en millones de euros.
Pero cuando se creía que se había vuelto a la normalidad y que todo estaba bajo control, las fuerzas represivas francesas tampoco han podido evitar que se produzca otra gran acción de sabotaje. Ha ocurrido hoy mismo durante la madrugada: han sido múltiples acciones de sabotaje que han sido exitosas y han atacado los cables de la red de SFR (Société française du radiotéléphone), la segunda mayor empresa de telecomunicaciones de Francia por detrás de Orange. La responsable a cargo de la Secretaría de Estado de Asuntos Digitales, Marina Ferrari, ha anunciado que las instalaciones de telecomunicaciones han sido atacadas en muchos departamentos franceses.
El nuevo ataque está bajo investigación conjunta por parte de la Subdirección Antiterrorista de la policía judicial (SDAT) y de la Dirección General de la Gendarmería Nacional (DGGN). Desde ARCEP (Autorité de Régulation des Communications Électroniques, des Postes et de la Distribution de la Presse), la autoridad francesa a cargo de las telecomunicaciones, servicios postales y distribución de prensa, se ha informado que al menos cinco departamentos y 11.000 clientes han sido afectados por este nuevo sabotaje.
Mientras tanto, el Estado francés muestra su preocupación, y Darmanin afirma que “los ataques fueron intencionales, muy precisos y extremadamente bien dirigidos”.
