Rebelión en Kenia
Imagen de cabecera: manifestantes keniatas luchan contra la policía en Nairobi. Fuente: NewsWireNGR.
El martes 18 de junio estallaron grandes protestas en Kenia que han llevado a miles de keniatas a las calles y se han desatado fuertes choques contra la policía especialmente en la capital, Nairobi, y se han extendido por todo el país. Las protestas son contra nuevas medidas económicas del gobierno dirigido por William Ruto, y que han sido dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), herramienta económica del imperialismo yanqui. Además estas protestas se dan en un contexto económico especialmente duro para el pueblo keniata, que ve como se realizan sucesivos ataques contra él. Este tipo de duras medidas antipopulares ya fueron promulgadas anteriormente y firmemente rechazadas por el pueblo, cuando el año pasado Ruto, siguiendo directrices del FMI, dictó nuevos impuestos a la vivienda y al combustible que afectaban especialmente al pueblo. En esta ocasión ha querido aplicar nuevos impuestos o subidas de estos impuestos a numerosos productos de los que depende el pueblo keniata para alimentarse, a los seguros de salud, vivienda, combustibles, etc.
Como ya ocurrió el año pasado, el régimen antipopular de Ruto ha desplegado una enorme represión contra el pueblo y organizaciones locales estiman que ya hace unos días había 400 arrestados, por lo que la cifra seguramente haya aumentado. También hay centenares de heridos y dos jóvenes keniatas han sido asesinados por la brutalidad policial. Tras el asesinato de uno de ellos, la policía keniata fue sometida a una «investigación» por exceso de violencia, pero poco después, ha sido asesinado el segundo manifestante. Ruto se ha burlado del pueblo y de la violencia, mostrando el poco respeto que tiene por el pueblo y la nula importancia que da a estas “investigaciones”, ya que tras el segundo asesinato, en lugar de condenar la actuación represiva o frenarla, lo que ha hecho es ‘alabar’ a los manifestantes por su actitud pacífica. Esto hace incluso más criminal lo ocurrido porque su gobierno se dedica a detener y herir a centenares de personas e incluso asesinar, disparando con fuego real, sólo por realizar lo que mayoritariamente son protestas pacíficas.
Las protestas del pueblo keniata han llevado a que Ruto ya haya tenido que retirar algunas de las medidas propuestas, como la tasa de IVA del 16% al pan, así como impuestos a los vehículos a motor, aceite vegetal o transferencias de dinero vía teléfono móvil. Además de retirar algunas de las medidas iniciales, Ruto ha llamado a conversaciones a representantes de los manifestantes. Esto muestra al gobierno que no podrá promulgar medidas antipopulares tan fácilmente.
Kenia muestra la peor cara del imperialismo y el capitalismo burocrático que se desarrolla en los países oprimidos: a pesar de ser uno de los países más ‘dinámicos’ económicamente en África y ser elogiado por su estabilidad, tiene sumidos en la pobreza a millones de sus habitantes, e incluso cuando hay previsiones de crecimiento económico, el pueblo debe afrontar graves ataques antipopulares. La supuesta ‘estabilidad’ es lograda a cambio de una brutal represión contra cada protesta que realiza el pueblo. Pero lo cierto es que año tras año, las protestas estallan y por mucha represión que se desate contra las masas, éstas últimas vuelven a salir a las calles con más fuerza y sin miedo, pero provocándoselo al imperialismo y a sus lacayos.