
Ataque por aire y tierra contra el pueblo palestino
Jóvenes palestinos en medio del ataque israelí. Fuente Jaafar Ashtiyeh/AFP/Getty Image
Durante la madrugada del 3 de julio, Israel ha llevado una nueva operación militar, a un nivel que no se había desarrollado desde 2005, atacando por aire y tierra en el territorio ocupado de Cisjordania. Este ataque se ha concentrado en la ciudad de Yenín, que ya fue previamente atacada el pasado mes, lo reportamos en un artículo anterior. Yenín es una de las ciudades con más milicias palestinas y un objetivo político para el Estado israelí. Hay al menos 50 heridos y ya se han reportado al menos 8 muertes por este ataque.
Israel ha iniciado esta gran operación militar bombardeando de nuevo Yenín.. Seguidamente, decenas de vehículos militares y de tropas de tierra atacaron la ciudad. Se usaron en total más de 150 tanques, aviones de combates, drones y granadas y participaron 1.000 soldados de las fuerzas especiales de élite, militares, policía y policía fronteriza. El ataque fue dirigido especialmente a las viviendas del campamento de refugiados, donde residen 20.000 personas. También, se denuncia que cortaron las carreteras e impidieron el paso a las ambulancias y a cualquier servicio médico que se acercaba a socorrer a los heridos.


Este nuevo ataque israelí deja al menos 8 muertos, tres de ellos menores de edad y todos menores de 23 años. Además ya se han contabilizado 50 heridos, 10 de ellos en estado crítico. También se denuncia que han sido atacadas mezquitas, centros de salud privados y las propias ambulancias. Además se ha informado de que se ha cortado el agua por el daño severo a la infraestructura. La televisión Al Araby también denuncia que sus periodistas han sido disparados en Yenín mientras retransmitían en directo los ataque. Estos ataques son cada vez son más comparados con los sucedidos durante el levantamiento de la Segunda Intifada (2000-2005). Pero según el portavoz del ejército israelí, la incursión solo apuntaba a “objetivos específicos” en su “amplia operación antiterrorista”, en la que asegura haber atacado solo “infraestructuras terroristas”.
Estos ataques, supuestamente, iban dirigidos al Batallón de Yenín, que son las brigadas que aglutinan a todas las milicias de resistencia nacional palestina. Las fuerzas israelíes describen el campamento de refugiados como un “centro de comando unificado” donde los milicianos se reunían a coordinar y prepararse para los ataques. Por el momento siguen habiendo registro de armas en las casas y hay al menos 20 palestinos detenidos hasta ahora. Ante este ataque, el Batallón de Yenín anuncia «los combatientes de la organización no tienen la intención de deponer sus armas, incluso si les cuesta la vida». Estos grupos armados han ganado mucha popularidad entre el pueblo, especialmente en Gaza y Cisjordania, las zonas más afectadas por los continuos ataques israelíes.
La operación a gran escala se produce después de una reunión de emergencia que convoca el primer ministro Benjamín Netanyahu para discutir sobre la situación en Cisjordania. Después del brutal ataque, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallan afirmaba que “En las últimas horas asestamos un duro golpe a las organizaciones terroristas en Yenín con logros operativos impresionantes”. Se ha informado de que la operación podría alargarse hasta 48 horas más.