Nueva edición de La Cause du Peuple
A continuación compartimos la nueva edición de La Cause du Peuple, llamado “Tras el Septembrismo, un espectro recorre Francia”, presentado por el equipo editorial.
«El septembrismo» es uno de los nombres utilizados para describir el movimiento social que tuvo lugar en Francia en septiembre y principios de octubre de 2025, pero que en realidad comenzó durante el verano, acumulando la ira del pueblo francés. El detonante de esta ira fue el plan presupuestario del gobierno francés para 2026, anunciado por el ex primer ministro François Bayrou el 15 de julio. Este plan presupuestario era claro: la seguridad social, las vacaciones pagadas, el seguro de desempleo, las horas de trabajo, la asistencia social, todo lo que la clase trabajadora había ganado en duras batallas sería barrido para siempre con el fin de reestructurar el aparato económico. El objetivo del gobierno francés es prepararse para la próxima guerra imperialista.
Este plan presupuestario fue la chispa que encendió un movimiento: durante el verano, se organizaron asambleas generales en cientos de ciudades de toda Francia, incluidas ciudades pequeñas y medianas. Incluso los partidos oportunistas de la «izquierda» se involucraron. El primer ministro francés, François Bayrou, perdió un voto de confianza entre los miembros del parlamento y se vio obligado a dimitir. Con este voto de confianza, Macron esperaba apagar la chispa, recordando al pueblo francés la falsa promesa de la urna electoral y del «Parlamento» para traer algún cambio. No fue suficiente, los franceses habían sido engañados suficientes veces, y el 10 y 18 de septiembre fueron fechas importantes para la movilización en Francia, así como para la represión estatal. Por parte del gobierno, Macron nombró a Sébastien Lecornu, ex ministro de las Fuerzas Armadas, como nuevo primer ministro. Lecornu formó un primer gobierno que no duró ni 24 horas antes de dimitir, debido a la fragmentación de las fuerzas políticas en el parlamento. En un intento de lidiar con este parlamento profundamente dividido, reconstituyó un gobierno en una alianza heterogénea con, entre otros, el «Partido Socialista», que vendió sus votos a cambio de casi nada, como ha estado haciendo durante décadas. Junto a este juego de engaño en el Parlamento, la ira sigue hirviendo en Francia. Aunque el «septembrismo» no duró, las razones de su explosión siguen estando ahí y se están fortaleciendo cada día. Y un espectro está acechando a Francia: el espectro de la juventud, que está reconstruyendo su Juventud Comunista.
