
Brasil: Brigada Militar reprime a campesinos que luchan por agua
Recientemente A Nova Democracia ha informado sobre la lucha de campesinos por el acceso al agua en Águas Claras, que fueron intimidados y reprimidos este 11 de septiembre por la Brigada Militar. Los campesinos cerraron una carretera con maquinaria agrícola y camiones en protesta por la extracción de agua por parte de la ex-estatal CORSAN-AEGEA. Durante la protesta, la Brigada Militar llegó al lugar para intimidar a los campesinos buscando que se terminara la protesta. Sin embargo, el pueblo no se intimidó y continuó el bloqueo.
Los campesinos se organizaron a través de la Asociación de Vecinos de Águas Claras, que rechaza las obras para la extracción de agua en el lugar. Más de 77 millones de litros de agua pueden ser extraídos por día después de la finalización de las obras en la región, una cantidad muy superior a la que consumen los aproximadamente 20.000 campesinos que viven en el lugar, que es de alrededor de 3 millones.
En un video compartido en la página de Facebook de la asociación de vecinos, uno de los campesinos dijo: “No vamos a movernos de aquí. No aceptamos que esta empresa explote el agua de nuestro acuífero”. Los vecinos apoyan el vídeo en los comentarios y denunciaron la implicación estatal.
Hay denuncias por todo el país de las acciones antipopulares que CORSAN-AGEA ha hecho. Pero especialmente en Águas Claras, A Nova Democracia ya denunció la precaria sanidad en las ciudades, lo que llevó a protestas entre los vecinos por el gran cargo por el suministro de agua.
El robo de agua en todo el país ha movilizado al pueblo, especialmente a los campesinos, en la lucha por el derecho al acceso a este recurso. En 2024, los indígenas Guarani-Kaiowá de Mato Grosso do Sul realizaron bloqueos en importantes carreteras en protesta por la falta de agua. Este año, paramilitares de la familia latifundista Kruger incluso construyeron una zanja como amenaza a los indígenas en medio de un importante río que abastecía a la comunidad, interrumpiendo el flujo de agua.
La complicidad y el apoyo del gobierno a estas prácticas se demuestra por la ola de privatizaciones de empresas de distribución de agua en todo el país, además de los megaproyectos del viejo Estado que benefician directamente el robo de aguas, como la transposición del Río São Francisco, que termina beneficiando a los grandes terratenientes, ya sea por el control de las fuentes de agua o por la apropiación ilegal de las mejores tierras del campesinado pobre.