
Brasil: Vila Esperança resiste varios intentos de desalojo
Según informa A Nova Democracia, las más de 800 familias de la Ocupación Villa Esperanza, en la región de Grande Terra Vermelha, Vila Velha resisten un intento de desalojo promovido por las fuerzas represivas. Desde el 31 de agosto 200 personas acampan frente la sede del gobierno para defender la vivienda que ocupan desde hace 8 años, donde construyeron casas, un huerto comunitario y proyectos educativos. Las familias realizan actos en el centro de la ciudad exigiendo una solución habitacional.
La zona fue reconocida como área de interés social durante pasados mandatos, pero actualmente buscan desalojar a las familias en favor al ladrón de tierras, Eduardo Balestrassi, y así vender el área para construir apartamentos de lujo.
El 27 de febrero se realizó una manifestación combativa frente al Tribunal de Justicia, eliminando temporalmente la reintegración de la tierra. La combatividad continuó buscando parar la reintegración definitivamente, lo que llevó a la criminalización de la lucha, persecución política y a intimidar a las masas por parte de la policía, que no tenía mandato judicial.
Se reprimió cobardemente una manifestación en la comisaría de Vilha Velha, reprimiendo a los vecinos con espray pimienta y se detuvo por claros motivos políticos al estudiante João Otávio, exigiendo 30.000 reales de fianza.
Posteriormente, una audiencia determinó el envío de tropas policiales para garantizar la desocupación, expulsando a las familias y derrumbando las casas. Se desplegó “un verdadero aparato de guerra”, como indica AND. La garantía que la justicia dio a las familias fue vergonzosa: apenas un espacio para 100 familias y una ayuda de 2.222 reales para las 800 familias.
Gracias a la lucha popular se suspendió la primera orden de desocupación, que no cumplía con las garantías habitacionales. Aunque las nuevas garantías que propusieron no mejoraron estas condiciones, aún así se mantiene la nueva orden de desalojo. Por ello las familias acamparon frente a la sede del gobierno, exigiendo que las familias se quedasen en Vila Esperança, pero no hubo una respuesta satisfactoria.
Se realizó en Rio de Janeiro una manifestación el 3 de septiembre contra la orden de desalojo por parte del gobernador de turno, Cláudio Castro, exigiendo que se garantice el derecho a la vivienda. Aún con amenazas, el pueblo continúa su lucha contra los desalojos.