Actualización: 14 presos y 25 desaparecidos en macabra operación policial en Bahia
Compartimos algunos extractos un artículo de A Nova Democracia. Anteriormente ya habíamos reportado sobre como el latifundio había realizado ataques previos y había anunciado su intención de atacar a los campesinos de nuevo.
La situación en la Tierra Indígena Barra-Velha, en el extremo sur de Bahía, ha alcanzado un punto crítico tras una operación conjunta de la Policía Civil y la Policía Militar, que resultó en al menos 14 arrestos y 25 desaparecidos. Esta operación es parte de una serie de ataques sistemáticos contra los campesinos del pueblos indígenas Pataxó y Pataxó Hã-hã-hãe, orquestados por las fuerzas represivas del viejo Estado y apoyadas por pistoleros al servicio de terratenientes locales.
De acuerdo con un informe del Consejo de Líderes Pataxó, los ataques se llevaron a cabo de manera deliberada en al menos cinco aldeas: Vale das Palmeiras, Vale da Seriema, Corumbalzinho, Encantada, Nova y Pé do Monte Pascoal, todas ubicadas entre las ciudades de Prado e Itamaraju. En cada una de estas aldeas se han reportado residentes desaparecidos. Un líder Pataxó, en una denuncia al Consejo Indigenista Misionero (Cimi), mencionó que, aunque cinco campesinos indígenas fueron liberados, hay un total de 25 desaparecidos, de los cuales nueve están en la lista de arrestados, mientras que el paradero del resto es desconocido.
El ataque más violento ocurrió en la aldea Vale da Palmeira, donde la brutalidad policial fue tan extrema que mujeres y niños se vieron obligados a refugiarse en la selva. Un testigo Pataxó relató que los policías dispararon indiscriminadamente, lo que provocó pánico entre los aldeanos. En este ataque, un indígena fue herido de bala y otros seis fueron arrestados. La segunda líder de la aldea madre Barra Velha declaró que no están pidiendo, sino exigiendo su derecho a tener su territorio demarcado y reconocido.
Los pueblos Pataxó han exigido saber el paradero de los presos para poder identificar a los desaparecidos y evitar que sean torturados por las fuerzas policiales. Las invasiones a sus tierras han ocurrido con la aprobación del gobernador Jerônimo Rodrigues (PT), quien ha utilizado a la policía para atacar a las comunidades más empobrecidas. En un incidente reciente, la policía asesinó a nueve personas en los municipios de Terra Nova y Cachoeira, lo que ha llevado a los líderes Pataxó a afirmar que el gobierno toma medidas superficiales mientras orquesta ataques en secreto.
Un informe de un medio de comunicación local reveló que, en los primeros 18 días de marzo, al menos 50 personas fueron asesinadas durante operaciones policiales en el estado. En un ataque coordinado menos de dos semanas antes, pistoleros al servicio de terratenientes atacaron la TI Comexatibá y la TI Barra Velha del Monte Pascoal, resultando en la muerte del joven Pataxó Vitor Braz y el incendio de la casa de un líder.
Estos ataques se produjeron mientras una delegación de más de 300 indígenas de los pueblos Pataxó y Tupinambá estaba en Brasilia exigiendo la demarcación inmediata de sus tierras. Durante la reunión, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, afirmó que no se demarcarán las tierras hasta que se vote la constitucionalidad de la ley del «Marco Temporal» en el Supremo Tribunal Federal (STF), alegando que no hay seguridad para la demarcación.
Cansados de la inacción de las instituciones del viejo Estado frente a los ataques genocidas del latifundio, los pueblos Pataxó y Pataxó Hã-hã-hãe recuperaron sus tierras en 2022. Sin embargo, los terratenientes, organizados en el movimiento Invasão Zero y respaldados por la policía, han intensificado sus ataques, resultando en el asesinato de la líder Nega Pataxó. El asesino confeso fue liberado bajo fianza.
En un contexto de creciente violencia, el movimiento Invasão Zero sufrió una derrota significativa en el campamento Barro Branco, en Jaqueira, Pernambuco, donde campesinos organizados por la Liga de Campesinos Pobres (LCP) lograron repeler a los paramilitares. Ahora, bajo el nombre de «Unión Agro Bahía» (UNAGRO), los terratenientes están expandiendo sus ataques contra los pueblos indígenas, participando activamente en la represión de aquellos que luchan por su derecho a la tierra.
