Uso de la IA contra los trabajadores filipinos
A continuación compartimos una traducción publicada por la web Revolución Filipina de un artículo publicado por Philippine Revolution Web Central (PRWC).
El 25 de enero, los trabajadores de BPO (externalización de procesos empresariales) y telecomunicaciones, los conductores de reparto y otros empleos gestionados por plataformas digitales (o sistemas en línea), que comparten quejas comunes, formaron la Coalición de Empleados Digitales-Inteligencia Artificial o CODE-AI. Dicha coalición se creó para representar a los trabajadores y empleados en un contexto de creciente uso de la tecnología de IA por parte de empresas extranjeras. CODE-AI está compuesta por BIEN, Riders Watch, Gabay sa Unyon sa Telekomunikasyon Supervisors-PLDT (GUTS-PLDT), Digital Justice, Computer Professionals Union, May Day Multimedia y Ecumenical Institute for Labor Education and Research.
Según un estudio, el uso de la IA afecta al 36%, es decir, a 8,5 millones de empleos en Filipinas. Tres millones de ellos son empleos administrativos, más de 2,5 millones en ventas y servicios, 500.000 empleos técnicos y profesiones afines, y 700.000 empleos profesionales. Casi dos de cada 10 empleos en estos campos van a ser desplazados.
Sólo el sector de BPO prevé perder 300.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años debido a la IA. En la actualidad, muchas empresas del sector utilizan la IA para tareas administrativas rutinarias y para responder a las consultas de los clientes. Se presiona a los trabajadores para que aumenten su rendimiento laboral utilizando la IA sin un aumento equivalente de salarios y prestaciones.
¿Qué es la IA? La IA se refiere a la tecnología informática que tiene la capacidad de imitar la inteligencia humana, como la comprensión del lenguaje, el reconocimiento de patrones, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Uno de sus tipos se denomina IA «generativa», que puede crear texto, imagen, música y vídeo a partir de vasta información pública almacenada en internet.
Las empresas digitales, a coro con el Estado fascista filipino, alardean de que la IA creará nuevos puestos de trabajo en el país. Sin embargo, según CODE-AI, los 100.000 nuevos puestos de trabajo que se calcula que creará la IA no recuperarán el número de empleos que eliminará. Además, Filipinas se considera un «taller de explotación digital»: el tipo de trabajo relacionado con la IA que se transmite a los filipinos se centra principalmente en tareas repetitivas, como la anotación de datos y la moderación de contenidos, que son trabajos para «entrenar» varios tipos de IA. La remuneración de estos trabajos es baja (entre 1 y 3 dólares la hora), muy lejos de la de los trabajadores que hacen el mismo trabajo en otros países (15 dólares la hora, si es en Estados Unidos). Los trabajadores de aquí no tienen seguridad laboral ni protección contra los abusos.
Incluso ahora, decenas de miles de trabajadores y profesionales de Filipinas trabajan para empresas digitales extranjeras como «autónomos». Compiten entre sí por los pocos puestos de trabajo que éstas ofrecen, incluso en plataformas de medios sociales como Meta (propietaria de Facebook e Instagram) y agencias estatales extranjeras como la estadounidense. Muchos de ellos son recién licenciados que no encuentran trabajo en sus respectivos campos.
La tecnología de la IA está controlada por unas pocas empresas monopolísticas con sede en Estados Unidos. Una de las mayores es OpenAI, creadora de GPT. Las plataformas de redes sociales también tienen su propia tecnología de IA, como Meta’s Llama, Google’s Gemini y Twitter’s Grok. Este mes de febrero, la empresa china Deepseek presentó su propio modelo de IA.
La tecnología de IA mejora definitivamente el proceso de producción, especialmente en trabajos repetitivos, sencillos y aburridos. Sin embargo, como pertenece y está controlada por capitalistas monopolistas, es innegable que se utilizará contra los trabajadores, especialmente en países atrasados como Filipinas, donde no gozan de derechos.
