Nuevo Perú sobre el nuevo gobierno en Estados Unidos

A continuación compartimos un artículo por parte de Nuevo Perú:

SITUACIÓN ACTUAL: NOTAS SOBRE LA CRISIS MUNDIAL (34. BIDEN Y TRUMP: REPRESENTANTES DE LA OLIGARQUÍA FINANCIERA YANQUI)

En esta sección, comenzamos a escribir sobre el nuevo gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.), el segundo gobierno del ultrarreaccionario Donald Trump, y lo haremos de la forma acostumbrada, con notas y comentarios de sus propias declaraciones y discursos, como lo de otros miembros de su gobierno y de representantes más diversos que nos sirvan para nuestros análisis y conclusiones al respecto. Es importante ocuparnos de este tema pues el imperialismo yanqui, pese a estar atravesando el largo proceso de su hundimiento irremediable es, todavía, la superpotencia imperialista hegemónica única y enemigo principal de los pueblos del mundo. Para entrar en materia comencemos por la declaración del ex-presidente, el genocida Joe Biden, pocos días antes de dejar el cargo al actual Trump, el 20 de los corrientes.

Los grandes medios mundiales, respecto a la declaración, informaron similar a la nota siguiente:

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que una peligrosa oligarquía se está creando en su país, durante el discurso de despedida que ofreció este miércoles.

‘Hoy está tomando forma en Estados Unidos una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que realmente amenaza toda nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad’ dijo Biden, quien abandonará su cargo el 20 de enero, día en el que asumirá la presidencia Donald Trump.

Biden, de 82 años, también denunció que existe un «complejo industrial tecnológico ultrarrico» que, según dijo, podría ganar un poder sin control sobre los estadounidenses” (BBC News Mundo, 16 de enero de 2025 ).

Al día siguiente, 17 de enero de 2025, en la emisión “Phoenix Persönlich” habló el periodista Theo Koll con Thomas Enders, presidente de la Sociedad Alemana para Política Exterior (Deutschen Gesellschaft für Auswärtige Politik, DGAP), sobre el tema: ¿Qué es de esperarse en un segundo gobierno de Donald Trump, cómo está preparada Alemania para ello y qué retos para Europa sobrevienen? A la pregunta del entrevistador, respecto al peligro para los Estados Unidos de una oligarquía, según lo expresado por Biden, comentó Enders que eso no es nada nuevo en los EE.UU., sino recordemos a Henry Ford, etc., en todo caso se trata de una cambio de un grupo oligárquico por otro.

Señalar en relación al presidente de la DGAP, que aunque se declara independiente es conocida su cercanía al candidato para Canciller Merz (CDU) en las próximas elecciones programadas para fines de febrero. Merz está ligado al capital financiero yanqui, fue CEO de Black Rock.

A su manera, este reaccionario está en lo cierto cuando señala, que lo que esta sucediendo no es nuevo en los EE.UU. y que es un cambio generacional o de grupo en predominio económico y político.

Entre los representantes políticos de la oligarquía financiera de los EE.UU. hay diferencias de intereses particulares de acuerdo a la facción de esta oligarquía y hasta de grupos a los que sirven. Pero éstos, comenzando por el Presidente, pese a su diferencias, en muchos caso solo de grado o estilo, sirven a los intereses del conjunto de la dictadura burguesa del Estado imperialista yanqui, encabezado por la oligarquía financiera. La lucha entre estas facciones y grupos se refleja como lucha por principios políticos y es tan desfigurada que hay que tener paciencia para desentrañar su secreto.

Hay que ver cómo se ha dado la interacción entre los representantes políticos del imperialismo yanqui y los intereses de quienes los emplean, las facciones y grupos. En la superestructura del capitalismo monopolista o imperialismo, esta interacción se ha ido modificado con el paso al capitalismo monopolista de estado, alrededor de la I Guerra Mundial, con la unión del inmenso poder de los granes monopolios particulares con el inmenso poder del Estado imperialista, dando lugar a las dos facciones en los diferentes países imperialistas. En los EE.UU., estas dos facciones se encuentran representadas políticamente por las dos mafias partidarias: el Partido Republicano y el Partido Demócrata, las mismas que se turnan en la presidencia y en la la cámara de representantes y en la de senadores. Marx y Engels se refirieron a las dos facciones burguesas que se daban en el Estado burgués de la etapa del capitalismo de libre concurrencia, en el siglo XIX, como gobierno y oposición, una facción liberal y una facción conservadora. En el Estado burgués, como superestructura política de esa primera etapa del capitalismo, se expresa con mayor nitidez la división del trabajo, entre quienes se dedican a la función política y quienes se dedican a la economía.

En la etapa imperialista, con la fusión del poder inmenso de los monopolios particulares y el gran poder del Estado (capitalismo monopolista de Estado) se produce también la unión personal de los representantes políticos con los monopolios, que se expresa en el plano político como la llamada puerta giratoria; es decir, que, en uno u otro sentido, los altos funcionarios del Estado y los dirigentes de los monopolios (Consejos de administración y de vigilancia de los grandes monopolios) pasan de una función pública a una función económica en las grandes empresas o conglomerados y viceversa.

El caso es que, el desarrollo del imperialismo tiene sus fases, estamos en su tercera fase, la de su mayor descomposición y de barrimiento por la revolución mundial. En esta fase, esa relativa independencia de la función política de la función económica, se vuelve cada vez más borrosa por la tendencia contraria, a la cada vez menor independencia relativa entre los representantes de la política y de la economía, hasta aparecer cada vez más ostensible esa dominación indirecta, apareciendo con toda claridad como gobiernos de una u otra facción o grupo del capital financiero u oligarquía financiera. Como señaló el Presidente Gonzalo en una oportunidad, ahora esto miembros destacados de la oligarquía financiera pasan a servirse directamente de la olla. Lo hicimos notar en una nota al inicio del primer gobierno del genocida Donald Trump.

Con el desarrollo de la sociedad de clases se expresa en la superestructura política la división del trabajo entre la función política y la económica, donde la función política con el desarrollo del Estado una relativa independencia, en el capitalismo la riqueza ejerce su poder de forma indirecta pero más segura, según Engels en carta a Konrad Schmidt, Londres, 27 de octubre de 1890 y ver cita de Lenin, que consignamos al final. Luego, Lenin dice, “el dominio indirecto del poder omnímodo del capital”, con el imperialismo el poder inmenso del capital financiero se ejerce con cualquier república.

Por eso, es falsa la afirmación del genocida Joe Biden, cuando “advirtió que una peligrosa oligarquía se está creando en su país (…) que amenaza toda la democracia”, es tan falso como cínico, pues tanto él como su gobierno, como Donald Trump y su nuevo gobierno son representantes políticos de la oligarquía financiera. No se trata de un peligro como quiere hacer ver este genocida, sino una realidad desde que el imperialismo yanqui es imperialismo; el Estado burgués de los EE.UU. fundado sobre base esclavista, como democracia esclavista, conserva hasta la actualidad esa marca, luego a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX deviene en Estado burgués imperialista, bajo la dirección de la gran burguesía monopolista, un puñado de los mas poderosos del capital financiero, es decir, lo que se llama la oligarquía financiera.

Recordemos:

Los miembros de la oligarquía financiera van cambiando de los Rockefeller, Mellon, DuPont, Cleveland y otros grupos financieros estrechamente vinculados a la industria armamentística. El poder de los grupos financieros Kuhn-Loeb y Boston, cuya principal fortaleza residía en los ferrocarriles y la industria ligera, disminuyó, mientras que el grupo financiero California, que desarrollaba las industrias aeronáutica, espacial, electrónica y de otros suministros militares, y el grupo financiero First National City Bank, que controlaba los misiles teledirigidos y las industrias militares relacionadas, aumentaron su influencia. Esto para mencionar a algunos hasta la década del 70 del siglo anterior. En este siglo, están los de las 7 magnificas que recibieron grandes subvenciones del Pentágono al inicio de sus actividades y, recientemente, en el período de Biden con el “gran paquete financiero” han obtenido gran ayuda del Estado, algunos de ellos han tenido gran protagonismo y apoyado al gobierno de Biden y al PD en las elecciones. Y, ahora, está Musk y otros.

Leer la cita siguiente:

“Engels (…) trata de la república democrática. La cuestión se plantea así: ¿puede dominar la riqueza con esta forma de gobierno? Es decir, se trata precisamente de la «contradicción» entre la economía y la política.

Engels responde: » … La república democrática no reconoce oficialmente diferencias de fortuna» (entre los ciudadanos). «En ella, la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo más seguro. De una parte, bajo la forma de corrupción directa de los funcionarios» («de lo cual es Norteamérica un modelo clásico») «y, de otra parte, bajo la forma de alianza entre el gobierno y la Bolsa … «. Ahí tenéis un modelo de análisis económico de la «realizabilidad» de la democracia en el capitalismo, cuestión de la que es partícula otra cuestión: la «realizabilidad» de la autodeterminación en el imperialismo!

La república democrática está en contradicción «lógica» con el capitalismo, pues iguala «oficialmente» al rico y al pobre. Se trata de una contradicción entre el régimen económico y la superestructura política. La república tiene esa misma contradicción con el imperialismo, ahondada o agravada por el hecho de que la sustitución de la libre competencia con el monopolio «dificulta» más aún la realización de cualquier libertad política.

¿Cómo se hace compatible el capitalismo con la democracia? ¡Mediante el ejercicio indirecto del poder omnímodo del capital! Para ello existen dos medios económicos: 1) el soborno directo; 2) la alianza del gobierno con la, Bolsa. (En nuestras tesis se expresa esto con las siguientes palabras: en el régimen burgués, el capital financiero «comprará y sobornará libremente a cualquier gobierno y a los funcionarios».)

Puesto que domina la producción mercantil, la burguesía, el poder del dinero, es «realizable» el soborno (directo y a través de la Bolsa) con cualquier forma de gobierno, con cualquier democracia.

Puede preguntarse: ¿qué cambia en la relación analizada al ser reemplazado el capitalismo con el imperialismo, es decir, el capitalismo premonopolista con el monopolista? Únicamente que el poder de la Bolsa aumenta! Porque el capital financiero es el gran capital industrial, que ha crecido hasta el monopolio y se ha fundido con el capital bancario. Los grandes bancos se funden con la Bolsa, absorbiéndola. (En las obras sobre el imperialismo se dice que decrece la importancia de la Bolsa, pero sólo en el sentido de que cada banco gigantesco es de por sí una Bolsa.) Prosigamos. Si para la «riqueza» en general es plenamente realizable la dominación sobre cualquier república democrática por medio del soborno y de la Bolsa, ¿Cómo puede afirmar P. Kíevski, sin caer en una divertida «contradicción lógica», que la grandísima riqueza de los trusts y de los bancos, que manejan miles de millones, no puede «realizar» el poder del capital financiero sobre una república ajena, es decir, independiente políticamente? ¿En qué quedamos? ¿Es «irrealizable» el soborno de los funcionarios en un Estado extranjero? ¿O la «alianza del gobierno con la Bolsa» es sólo una alianza del gobierno propio? (Lenin. SOBRE LA CARICATURA DEL MARXISMO, Obras Completas, 23t. 28

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