La Cause du Peuple – Alto el fuego en Gaza: ¡victoria de la Resistencia Nacional Palestina!

A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por La Cause du Peuple de Francia.

Compartimos a continuación el análisis comunicado por el Buró Nacional Unificado de las organizaciones Ligue de la Jeunesse Révolutionnaire y Jeunes Révolutionnaires sobre el reciente alto el fuego en Gaza.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

“Gaza nunca enarbolará la bandera blanca de la capitulación. Ni los sionistas ni ninguna otra fuerza criminal lograrán jamás quebrar la voluntad de la resistencia en Gaza.” Georges Abdallah, febrero de 2024

“Esta guerra no tiene un objetivo claro y es obvio que la estamos perdiendo”, dijo el ex subdirector del Mossad, Ram Ben-Barak, en una entrevista con la radio pública israelí el 18 de mayo de 2024

¿Qué valoración deberíamos sacar de este alto el fuego y del Diluvio de Al-Aqsa en general ?

Más de un año después del Diluvio de Al-Aqsa, ahora tenemos la perspectiva necesaria para formular un análisis en profundidad. En primer lugar afirmamos que el Diluvio de Al-Aqsa no puede retroceder, sigue presente y lo estará hasta la liberación de toda Palestina. El Diluvio se nos aparecerá en su profundidad y fuerza en los años venideros, y comprenderemos su magnitud histórica para Palestina, el mundo árabe y la Revolución Proletaria Mundial en el futuro.

Las fuerzas de liberación nacional palestinas lideradas por Hamas lograron contrarrestar los planes de los imperialistas y sacudir la hegemonía yanqui, retomaron la iniciativa y derribaron, de forma definitiva, los Acuerdos de Oslo de 1993. La capitulación ya no está en la agenda, y el movimiento de liberación nacional ahora está mayoritariamente unido en torno a la necesidad de la lucha armada. Este movimiento está liderado por Hamas pero también seguido por todos los combatientes de la resistencia de diferentes facciones.

Es la voz de las masas y la demanda de liberación que se transmite con cada bala que sale de un rifle. La línea de la capitulación llevada por parte de Fatah y la OLP a través de la Autoridad Palestina es ahora minoritaria.

El Diluvio de Al-Aqsa también permitió frustrar los planes de los sionistas cuyo objetivo era aniquilar la Resistencia decapitándola mediante el asesinato de todos sus líderes y cuadros, durante una importante operación prevista en Gaza para finales de 2024. El 7 de Octubre también permitió frenar los planes de judaizar la Mezquita de Al-Aqsa restableciéndola también a ella y a su status quo sagrado. Además, como hecho destacable y central, el tema de los prisioneros fue puesto nuevamente sobre la mesa y reabierto. En términos más generales, esta operación permitió reactivar la resistencia y, sobre todo, devolver la causa palestina a la agenda internacional. Estos son los objetivos de esta guerra, de esta batalla. Esta gran contraofensiva táctica de la Resistencia Palestina es una respuesta justa y legítima a la ocupación sionista; y siempre es bueno recordar que donde hay opresión, hay resistencia. Una prueba más, si la necesitáramos, es que la Resistencia Palestina ha elegido su camino, el de las armas, y nunca las rendirá. Una ilustración implacable de que no hay liberación posible fuera de la guerra revolucionaria.

A nivel internacional, Israel ha revelado su verdadero y espantoso rostro genocida que ningún orgullo gay en Tel Aviv podrá borrar. Las potencias imperialistas: Estados Unidos a la cabeza, seguidos por las viejas potencias de Francia, Alemania e Inglaterra son nuevamente reconocidas como lo que son: monstruos que, para maximizar sus ganancias, hacen correr ríos de sangre dejando sólo sufrimiento y muerte a su paso. Definitivamente se ha llegado a una etapa y no hay vuelta atrás, las masas no olvidarán todas estas atrocidades ni a quienes las financiaron.

El mito de la invencibilidad de Israel, de su cúpula de hierro, de sus tropas de choque está hoy reducido a pedazos. Los gloriosos combatientes de las Brigadas Al-Qassam, las Brigadas Al-Quds, las Brigadas Mártir Abu Ali Mustafa y todos los demás combatientes de las brigadas de Cisjordania y del libanés Hezbollah les infligieron una amarga lección. A pesar del apoyo ilimitado de los EE.UU., a pesar de las más de 200.000 muertes probables en Gaza, de la destrucción generalizada, del hambre, del bloqueo, de los drones, de la tortura, las masas apoyan a sus combatientes y los protegen con sus cuerpos permitiendo a los fedayines asestar dolorosos golpes al ejército sionista.

Aplicando los principios militares de una Guerra Popular, librando una guerra de guerrillas, llevando a cabo a una guerra de desgaste, manteniendo al mismo tiempo una fuerte presión política a nivel internacional, la resistencia sólo puede ser invencible, y por cada mártir caído con las armas en su mano, 100 nuevos se levantan. Esto recuerda la guerra de liberación nacional de Vietnam, que duró más de 30 años, y la de Argelia, donde a pesar de los reveses militares, las masas se levantaron para expulsar a los últimos colonizadores. Estas batallas militares crearon una situación favorable para la Resistencia a nivel político. Los avances o retrocesos políticos se deciden en el campo de batalla, y las negociaciones y todos los procesos de conversación dependen de la situación sobre el terreno. Son, pues, las batallas militares las que permiten el progreso político y el establecimiento de situaciones que permitan la consolidación y el desarrollo de la Resistencia.

Los objetivos de la guerra eran destruir la “división de Gaza” de las fuerzas de ocupación israelíes y los emplazamientos militares cercanos a los asentamientos alrededor de Gaza, mientras capturaba a soldados y civiles israelíes. Los objetivos de la guerra, objetivos más globales, que son golpeados a través de la operación militar, se discutieron previamente. Los objetivos a los que se apunta en la guerra se utilizan para lograr los fines de la guerra.

Estos objetivos se lograron gracias a la feroz resistencia de los combatientes. Aquí es donde reside la dialéctica entre el aspecto militar y el aspecto político, pero el militar está en el corazón de la política, sólo él permite resolver la contradicción imperialista. La principal contradicción hoy en Palestina es entre la nación palestina y el sionismo imperialista, Israel, apoyado por Estados Unidos. El corazón de esta contradicción sólo podrá resolverse completamente a través del ámbito militar, a través de una guerra de liberación nacional de carácter prolongado.

Si la sociedad israelí ya estaba debilitada por sus divisiones internas, particularmente después de una gran ola de protestas contra la reforma judicial que el gobierno israelí quería implementar en 2023, hoy está aun más profundamente dividida. Los servicios secretos israelíes, su ejército y su seguridad interna quedaron profundamente desestabilizados por el ataque del 7 de octubre. La cuestión de la gestión de los prisioneros israelíes (los “rehenes”) también contribuyó a esta pérdida de confianza en el gobierno y sus instituciones.

En efecto, la sociedad se da cuenta de que Netanyahu, ya procesado por corrupción, hizo todo lo posible para utilizar su poder sin límites para continuar la guerra en detrimento de la salud y la vida de los prisioneros israelíes capturados por la Resistencia Palestina. Es en este contexto que se produjeron inmensas manifestaciones para exigir la firma de un alto el fuego y un intercambio de rehenes con la Resistencia, que congregaron a millones de israelíes en total. Además, tras la acción de Hezbollah en el Líbano, más del 70% de los miembros de las colonias del norte fronterizas con el Líbano no se sienten seguros y no se atreven a regresar pacíficamente a sus colonias en diciembre de 2024, y esta situación continúa hoy. Se trata de decenas de miles de colonos. Todo esto, debido al 7 de octubre, provocará el fin del mito de Israel como un Estado nación donde los judíos de todo el mundo pueden sentirse seguros. Decenas de miles de israelíes han abandonado la Palestina ocupada, además de una caída en el número de colonos que viajan a Israel cada mes. Las familias de los soldados, preocupadas por sus seres queridos y enfurecidas por las numerosas muertes, se unieron a este movimiento para cuestionar al gobierno además de la guerra misma. La guerra de guerrillas desgasta los cuerpos y las mentes de los soldados israelíes que sufren cada vez más trastornos mentales y ya no se atreven a regresar al frente, por no hablar de los amputados y los muertos. Debido a la censura militar no podemos dar cifras precisas, pero los heridos, tanto amputados como mentales, representan varias decenas de miles de soldados. Cuando la situación interna se calme, el gran cisma que se está desarrollando en la sociedad israelí se profundizará.

Golpear Tel Aviv hoy es tan fácil para la Resistencia Palestina y árabe como beber un vaso de agua, así que asegurémonos de que el futuro sea luminoso y tengamos confianza en el pueblo palestino y su heroica Resistencia.

Algunos podrían replicar que 200.000 habitantes de Gaza han sido exterminados, que Gaza es un enorme montón de escombros y que la vida allí parece imposible. Podríamos decir que los frentes en Irak, Líbano e Irán se cerraron y esto antes del alto el fuego. Podríamos decir que Siria, la retaguardia de la Resistencia Nacional a nivel regional, está invadida y balcanizada y que Israel está haciendo todo lo posible para aislar a Palestina de otros pueblos árabes. Se podría decir que, a pesar de su heroísmo, el orgulloso Yemen, por sí solo, no puede ser suficiente para cambiar radicalmente la ecuación, aunque mantiene la presión económica y psicológica, obligando a millones de colonos a acudir regularmente a refugios, y que sus misiles hipersónicos golpean duramente Tel Aviv y emplazamientos militares.

Respondemos a esto diciendo que el cambio no viene del exterior sino del interior. Que los orgullosos combatientes palestinos no han depuesto las armas ni capitulado y han iniciado un cambio político necesario al restaurar un fuerte impulso para la continuación de su lucha. Gaza la resistente, el corazón de la lucha de liberación nacional del pueblo palestino, volverá a levantarse como siempre lo ha hecho. Los palestinos nunca entregarán las armas, y eso es un hecho que debe entenderse y acogerse con agrado. A pesar de todas las dificultades de este genocidio, quien intenta por todos los medios enmascarar lo que es, de la ocupación colonial más antigua que data del siglo XX, a pesar de las traiciones y los desvíos, la resistencia todavía lleva el rifle en alto en una mano y la bandera palestina en la otra y seguro que nunca los rendirá al ocupante.

Fue durante esta batalla, que no será la final, que todas las facciones se reunieron en Pekín para establecer un gobierno de unidad nacional. Fue durante esta guerra que fue posible avanzar hacia una nueva unidad, dar un nuevo impulso a la OLP, el único marco de referencia nacional y unitario para todos los palestinos. De la guerra nace el Frente Único de Resistencia Nacional, es también el que revela los verdaderos rumbos y el que incorpora a las amplias masas. Corresponderá a este futuro gobierno destruir a la Autoridad Palestina en su forma y papel actuales. Tendrá que destruir la coordinación de seguridad entre la OLP e Israel, pero ciertamente este hijo bastardo de la OLP que es la Autoridad Palestina, que no ha disparado ni una sola bala contra Israel pero sí muchas contra la resistencia, ha entrado en una nueva era, que es la de su fin. Todo demuestra que la AP es una creación del imperialismo-sionismo para intentar hacer de la política sionista un problema que sea también “interpalestino”. Esta “autoridad” está armada por Israel y por lo tanto por los EE.UU., su papel es proporcionar la principal fuerza policial en Palestina en nombre de los sionistas. Ella es la digna heredera de todos los gobiernos títeres establecidos por los imperialistas para administrar el saqueo y la colonización de la tierra a expensas de las masas, principalmente campesinos, de las colonias. Sus recientes ataques contra los campos de refugiados en Cisjordania, su armamento por parte de Israel para intentar, con una esperanza vana, acabar con la Resistencia en los campos, no son más que una prueba de la profunda crisis que esta “autoridad” está atravesando y el pueblo acepta cada vez menos esta colaboración. Prueba de ello son las manifestaciones de apoyo de los residentes de Yenín ante el cobarde ataque de la Autoridad Palestina al campamento de Yenín. Ciertamente la Autoridad Palestina no podrá acabar con la Resistencia, al igual que Israel, porque mientras haya palestinos, la Resistencia existirá y las armas rugirán por la liberación.

Hamas y las demás facciones de la Resistencia, a lo largo de la guerra, rechazaron muy firmemente la entrada de cualquier fuerza en Gaza en los diversos escenarios de posguerra mencionados, ya sean árabes o internacionales, y declararon que la considerarían una fuerza de ocupación. La resistencia se niega a ser esclavizada y sometida a una potencia extranjera y nos muestra que lejos de fantasías y falsedades, las facciones de la resistencia, independientemente de sus ideologías, ¡son ante todo organizaciones de resistencia nacional!

El hecho de no haber entregado las armas permite a la Resistencia ganar esta batalla con la cabeza en alto y poner fin a la agresión en las mismas condiciones que al inicio, infligiendo un desaire y una derrota histórica al sionismo. Incluyendo una retirada total de Gaza, incluido el corredor de Netzarim y el cruce de Rafah, un intercambio masivo de prisioneros a favor de la Resistencia y la reconstrucción de Gaza. De hecho, la ayuda humanitaria podrá circular libremente y los habitantes de Gaza regresarán al Norte sin riesgos. Por supuesto, la colonización no ha terminado y la Resistencia tendrá que permanecer vigilante para la estricta implementación del alto el fuego y para protegerse contra los probables futuros ataques esporádicos de Israel.

No debemos ni podemos separar la situación en Palestina de la situación global. Los Acuerdos de Oslo firmados en 1993 son parte de la gran contraofensiva contrarrevolucionaria liderada por los imperialistas, con Estados Unidos a la cabeza, contra los pueblos y organizaciones revolucionarias de todo el mundo a finales del siglo XX. El campo socialista ya no existía y el campo revolucionario estaba muy debilitado. Pero ésta aún no era la batalla final para el imperialismo. Desde principios del siglo XXI, con una aceleración desde 2008, hemos experimentado un aumento de las crisis y levantamientos populares. El campo revolucionario y antiimperialista está experimentando un crecimiento hoy, y ciertamente los combatientes palestinos son los portadores de su antorcha, su punta de lanza.

La Resistencia Palestina supo analizar correctamente la época al comprender que el imperialismo estaba enredado en sus contradicciones, que la guerra de agresión del imperialismo ruso a Ucrania monopolizaba mucha fuerza para Estados Unidos y la OTAN, y que las masas en todo el mundo estaban listas para levantarse. El 7 de octubre fue esa chispa que convirtió a la Resistencia Palestina en una antorcha para los oprimidos en la noche del imperialismo.

Ante esta acción de la Resistencia, los imperialistas ahora deben adaptar sus planes para el reparto y redistribución en Oriente Medio. El ejemplo del bloqueo económico por parte de la fuerza militar de los hutíes en Yemen también obliga a los imperialistas a reorganizar sus circuitos económicos. Vemos que cuando las masas se levantan, los imperialistas flaquean, ¡por eso el camino a seguir es claro y brillante!

Todos los Estados árabes reaccionarios que hayan normalizado sus relaciones con Israel, formando así un escudo protector para este último, verán debilitarse su trono construido sobre la opresión de su pueblo y su complicidad con la colonización de Palestina. Ciertamente, los pueblos árabes nunca olvidarán el papel desempeñado por su Estado, o más bien su falta de papel, su pasividad. Las flores de los próximos levantamientos masivos, de la próxima Primavera Árabe, están creciendo hoy en los túneles de Gaza y afectarán a todo el mundo árabe.

Palestina hoy es el centro de la Revolución Proletaria Mundial y no puede ganar de golpe. Como dijo Hezbollah: “No seremos capaces de acabar con Israel con una sola salva de misiles”. Pero al combinar la guerra de guerrillas, la huelga armada y el sabotaje, al enredar a Israel en sus contradicciones internas y al movilizar, politizar y organizar cada vez más a las masas campesinas para la liberación, mientras se desarrollan alianzas regionales y se apoya en el vasto movimiento antiimperialista mundial, ciertamente el pueblo palestino derrotará y destruirá al Estado de Israel. Esto en medio de las cenizas y las balas, en medio de los ríos de sangre del pueblo palestino. Este pueblo aprendió mucho de la lucha de los fedayines, de la lucha militar tradicional de los Estados árabes después de la derrota de 1967, de la desunión de las facciones, y hoy tiene una rica herencia.

Más que nunca, el único camino hacia la liberación es el de una Guerra Popular de liberación nacional, de carácter prolongado, apoyándose principalmente en las masas campesinas, los campos de refugiados y organizando el Nuevo Poder base por base. Este desarrollo es posible porque la resistencia no ha entregado las armas, del fuego de esta batalla surgirán las fuerzas y conceptos necesarios para el desarrollo de la lucha de liberación nacional palestina, que ahora debe dar un salto.

La importancia de Palestina para el imperialismo significa que está en marcha una lucha de vida o muerte entre Israel y los palestinos. Los acuerdos de partición territorial en última instancia no son posibles, y aunque podrían ser el resultado de un acuerdo táctico, tanto Israel como la Resistencia saben que esta lucha a muerte no puede tolerar dos Estados uno al lado del otro. Incluso los revisionistas y pseudorrevolucionarios ya no pueden esconderse detrás del cuento de hadas de una solución de dos Estados, y ahora asistimos a la presentación de una “solución” propuesta en forma de un “Estado binacional, laico y obrero”. Pero los hechos hablan, y esta lucha a muerte conducirá en última instancia a un Estado palestino en toda la Palestina histórica, libre de colonos y sionistas, entonces dependerá del pueblo palestino y a nadie más el elegir su modo de gobierno, así como sus representantes y dirigentes.

En una escala aún mayor, entendemos el Diluvio de Al-Aqsa como uno de los componentes principales, uno de los heraldos de la nueva era, aquella en la que los pueblos atacan una vez más las ciudadelas imperialistas, y donde olas incesantes, cada vez más fuertes, crecerán hasta derrocar al imperialismo.

Este gran movimiento antiimperialista mundial, que respondió al llamado de la Resistencia, por la victoria de esta última y no por la paz, es rico en experiencias que ahora deben transformarse en una fuerza colectiva y consciente. Debemos seguir desarrollando este gran Frente Antiimperialista Mundial, que apenas se encuentra en el inicio de su construcción y de sus batallas. Palestina no será el último genocidio, la última guerra contra los pobres y los campesinos. Depende de nosotros utilizar este regalo de la Resistencia Palestina para luchar por la liberación y emancipación de todos.

En Francia, nos corresponde a nosotros seguir uniéndonos, lejos de las disputas palaciegas y chanchullos electorales, porque sin duda la resistencia, después de haberse reorganizado, volverá a asaltar el cielo y viviremos otras olas grandiosas del Diluvio de Al-Aqsa. Depende de nosotros lanzar un movimiento importante en defensa de Palestina, continuar nuestro apoyo, denunciar a los criminales genocidas y seguir apoyando la lucha de liberación nacional palestina que no terminó con el alto el fuego. Hemos podido desarrollar grandes planes de batalla nacionales y debemos inspirarnos en estos éxitos para desarrollar nuestro peso contra el Estado francés, colaborador directo del genocidio que es Israel. El ejemplo de la Campaña Unitaria por la Liberación de Georges Abdallah, que supo unir, coordinar y desarrollar este gran Frente Táctico, es un ejemplo que debemos seguir, y este deseo es compartido por la mayoría de los sinceros partidarios de Palestina. Sólo juntos venceremos.

Ciertamente, la situación en Palestina experimentará una fase de reorganización, de reestructuración, pero el futuro ya está en preparación y Cisjordania, el próximo frente central, está en crisis. Los hijos del genocidio en Gaza no pueden ser pacifistas, en un mundo libre de colonización y opresión, nos gustaría que fueran poetas, pero lamentablemente hoy no será así. Como dijo Abu Obeida, esta generación de acero será el mayor revés estratégico que experimentará la ocupación después de cierto tiempo. De estas cenizas y destrucción nacerá una nueva generación de combatientes. Hubo la generación de la Nakba, la de las piedras y las Intifadas, la del 7 de octubre, y pronto la de la liberación ¡porque las armas no han sido entregadas y nunca lo serán!

El Buró Nacional Unificado inclina sus banderas en homenaje a la Resistencia Nacional Palestina, al pueblo palestino, así como a todos los hermanos y hermanas árabes que murieron y cayeron luchando en el camino a Jerusalén, por su contribución a la lucha de liberación nacional palestina.

El Buró Nacional Unificado ordena a todos sus activistas redoblar su celo en su trabajo para defender Palestina y trabajar aun más profundamente entre las masas para difundir la lucha por la liberación, la lucha antiimperialista de nuestros hermanos y hermanas palestinas e inspirarse en ellos para nuestra propia lucha.

Lloramos a los mártires, y renovamos nuestro compromiso como revolucionarios de no dejar de luchar, hasta que la bandera palestina ondee sobre todas las ciudades de Palestina, toda Palestina con Jerusalén como capital, y hasta que Abu Obeida nos anuncie que ¡el país es libre!

“Estamos aquí para quedarnos, en nuestro territorio, en nuestros corazones y en el futuro de nuestros hijos. Os recomiendo que cuidéis de Palestina, de la tierra que amé hasta la muerte y del sueño que llevé sobre mi hombro como una montaña que no se dobla. Si caigo, no caigáis conmigo, llevad por mí una bandera que nunca ha caído, y haced de mi sangre un puente por el que cruzará una generación que nacerá de nuestras cenizas, más fuerte. Recordad que la patria no es una historia que contar, sino una verdad que vivir, y que por cada mártir, del vientre de esta tierra nacen mil luchadores de la resistencia. Si el Diluvio vino nuevamente y yo no estaba entre vosotros, sabed que solo fui la primera gota en las olas de la libertad y que viví para veros completar el viaje. Será una espina en su garganta, un diluvio que no retrocederá y no amainará hasta que el mundo reconozca que somos los detentores del Derecho y que no somos estadísticas en sus boletines de información.”

Yahya Sinwar, octubre de 2024

¡Palestina vivirá y vencerá!

¡Abajo el imperialismo y el sionismo!

Buró Nacional de la Ligue de la Jeunesse Révolutionnaire y Jeunes Révolutionnaires

15/01/25

Previous post Brazil: Editorial de AND – El viejo orden en pánico
Next post Brasil: Más personalidades y periodistas condenan la censura de Youtube a AND