
México: Crónica de las actividades del 2° Encuentro Nacional de Colectividades por la Nueva Democracia (1/3)
Publicamos el primer artículo de tres del 2º Encuentro Nacional de Colectividades por la Nueva Democracia de Periódico Mural de México.
Utilizar el arte como arma de combate
Bajo la consigna “Nueva Democracia, Nueva Patria y Socialismo” organizaciones como Corriente del Pueblo Sol Rojo, Periódico Mural, Movimiento Femenino Popular, Brigadas Juveniles del Pueblo, Movimiento Estudiantil Popular y Liga de Comunidades por la Revolución Agraria, realizamos el 2° Encuentro Nacional de Colectividades por la Nueva Democracia en la comunidad agraria de Río Espejo, en las Montañas de la Sierra Sur de Oaxaca.



Previo al Encuentro hubo tres “Talleres de talleristas” con la intensión de preparar los trabajos del 2° ENC-ND y coordinar con las autoridades comunitarias y agrarias de la Montaña. El principal objetivo de estos talleres fue dar una base ideológica, política y práctica para la realización del 2° Encuentro. En estos talleres los asistentes no solo discutieron, estudiaron o planificaron, sino también trabajaron en el ensayo y aplicación de aportaciones culturales propias. El primer taller se realizó en las instalaciones de los compañeros de OIDHO, donde las autoridades que serían anfitrionas nos platicaron más acerca del contexto político-social de la comunidad y sus costumbres; ahí se prepararon leyendas y obras del teatro. El segundo taller se realizó en las instalaciones de la Agencia Municipal Comunitaria de Santa Rosa Panzacola, donde los asistentes estudiaron colectivamente el documento “Intervenciones en el Foro de Yenán sobre arte y literatura”, para una correcta orientación ideológica y política respecto al arte al servicio de la revolución; ahí se realizaron juegos y dinámicas de integración previendo la participación de niños y jóvenes durante el 2° Encuentro. El tercer y último taller se realizó en la Comunidad Francisco Villa, donde los asistentes culminaron los preparativos y el programa de actividades del 2° ENC-ND, analizaron la situación política actual en base a un documento orientador titulado “Profundicemos nuestra Campaña de Rectificación” para preparar la discusión; además nuestros talleristas realizaron un taller de papalotes para ser presentado dentro de los trabajos del 2° Encuentro.
Con estas actividades previas que arrancaron desde el mes de agosto y continuaron durante septiembre y octubre, las organizaciones convocantes y las autoridades anfitrionas del 2° ENC-ND pusimos en marcha los motores para garantizar el éxito de los trabajos bajo la mística del camarada David Alfaro Siqueiros ¡No hay más ruta que la nuestra!
El resultado final lo mostramos a continuación con la siguiente crónica que trata de rescatar las distintas actividades culturales realizadas durante el 2° Encuentro Nacional de Colectividades por la Nueva Democracia.
I
El 2° ENC-ND comenzó con una marcha en las montañas, donde cientos de banderas rojas de nuestras diferentes organizaciones ondearon por los aires, llevando consigo consignas como “Cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra, temblarán los poderosos de la costa hasta la sierra”, “De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”, entre otras que hicieron retumbar los cerros y alegrar a las personas de las rancherías cercanas que también acudieron gozosas.



Al llegar al Río Espejo, las autoridades locales y agrarias ya preparaban la tierra para la realización de una ceremonia indígena en agradecimiento a la Madre Tierra por recibirnos en sus montañas, dándonos permiso de reunirnos en ese lugar para trabajar por la Revolución de Nueva Democracia, y dándonos cobijo en medio del bosque, del río, del viento y del fuego. Para nuestros pueblos originarios (oprimidos desde la odiosa colonización española hasta hoy) la relación entre la tierra y sus hijos es fundamental, y expresa la cosmovisión de los diferentes pueblos del Anáhuac. De la tierra venimos, en la tierra vivimos, a la tierra volvemos; por la tierra luchamos, la tierra liberaremos. Los caracterizados del lugar[1] junto a las autoridades locales y agrarias fueron los primeros en rendir tributo a la tierra aclarando que “no se trata de un tributo de sangre sino de vida, porque nuestra lucha es por la vida, por la tierra y por la libertad. También estamos dispuestos a derramar nuestra sangre si el precio es ese, si la vida y la lucha así lo exigen, pero también el que oprime y mata pagará el mismo precio por sus crímenes, y entonces se hará la libertad de estas tierras y de sus hijos”. Posteriormente pasaron los compañeros que son autoridades de otros lugares, al igual que los compas de otras regiones u otros estados, también compañeras y compañeros de las diversas organizaciones presentes.

Inmediatamente después, y antes de compartir los alimentos, las autoridades locales y agrarias invitaron a todos los asistentes a inaugurar un aula de la Escuela Bilingüe “Emiliano Zapata”. La única institución educativa en la comunidad Río Espejo que atiende a la par los niveles de preescolar y primaria, enseñando el zapoteco y el castellano. Esta escuelita alberga el tesoro más apreciado por la población local: las niñas y niños. Esta segunda aula y el techadito son la culminación de un largo proceso de lucha de los habitantes de Río Espejo para el futuro de sus hijos, quienes ahora podrán contar con dos aulas didácticas, una para preescolar y otra para primaria, donde recibirán mejor los contenidos de sus clases y evitarán mayores distracciones como ocurría en el pasado. Ahí mismo fuimos testigos de cómo el Tequio[2] de los habitantes de la comunidad, sin un solo centavo del régimen, está permitiendo construir el comedor comunitario para alimentar a la niñez.
Los habitantes de la comunidad estaban orgullosos de esta inauguración, y no es para menos. Es producto de su lucha y de su trabajo colectivo, los cuales hacen tomar una fuerza y un significado profundo al sujeto PUEBLO; el pueblo como hacedor de la historia. Quienes acudimos a la comunidad compartimos el orgullo y la felicidad de sus habitantes. Entendemos la importancia de que las niñas y niños tengan un espacio digno para interpretar y transformar el mundo. Que sus aulas (todavía sin luz porque en Río Espejo no hay energía eléctrica) les permitan mejores condiciones de estudio y aprendizaje; que su explanada tenga ahora un techadito para protegerles mientras realizan sus actividades cívicas, deportivas y sociales; y que próximamente la niñez cuente con su comedor donde podrán desayunar y comer, antes y después de sus clases. Entendemos las dificultades que atraviesa la Maestra de la comunidad, y valoramos infinitamente los esfuerzos que realiza teniendo que caminar más de 3 horas para llegar a esta e impartir su clase a niñas y niños de dos niveles educativos distintos. Saludamos los esfuerzos de la comunidad Río Espejo, empeñada en cimentar el futuro de su niñez mejorando las condiciones materiales de esta escuelita rural que no pudo tener un mejor nombre que el del General Emiliano Zapata, y saludamos también la labor infatigable de la compañera Maestra que ha trabajado muy duro por la enseñanza de sus alumnos y también por involucrarlos en los trabajos del 2° Encuentro Nacional de Colectividades por la Nueva Democracia.
Al término del acto inaugural, la comunidad invitó a todas y todos a compartir los alimentos en un ambiente de camaradería. Quienes venían de las ciudades se maravillaban de estar en la montaña, donde todo es revolucionario, como lo enseña la canción. Quienes acudían de tierras calientes titiritaban del frío, pero alegraban su corazón viendo a sus iguales (a sus hermanos, pues) luchar con todas sus fuerzas desde este rincón olvidado del país. Todos los visitantes se mostraban sorprendidos y con admiración hacia los compas de Río Espejo. Nuestro viaje en caravana duró más de doce horas desde la Ciudad de Oaxaca en medio de un camino accidentado donde nunca ha pasado una sola ambulancia o un vehículo de ayuda para las comunidades. Por ese camino de piedras, terrecería y peñascos, de vez en cuando -cada seis o cada tres años- ha llegado a pasar algún politicastro en busca de votos como ocurrió en la elección pasada cuando las familias campesinas del lugar expulsaron a un candidato a empujones. La compañera Victoria nos platica que ella, junto a las demás mujeres de la ranchería corrieron a los de Morena que llegaron hasta el pueblo con cara de asustados y con paquetes de comida y camisetas… “lárguese, aquí no los queremos burlándose de nuestra pobreza, aquí no queremos ni casilla ni despensa”. Esas fueron las palabras de las mujeres de Río Espejo.

Para este 2° ENC-ND, Victoria cocinó una vaca con mucho amor, enseñando a las más jóvenes compañeras como preparar comida para tanta gente y a los compañeros a “no andar de huevones y ayudar a servir”.
La cultura de los pueblos del Anáhuac es copiosa y se muestra en diferentes aspectos. Uno de ellos es la comida. No solo por la vaca que sacrificó la comunidad para compartir con los asistentes; no solo por la cocina como espacio de encuentro, hermandad, trabajo, alegrías, penas, sueños, y planes de quienes la comparten; sino también por la Gueza[3] de quienes arribaron hasta la comunidad trayendo consigo frijol, café, arroz, pan, fruta, tomate, chile, calabaza, leche y otros productos para compartir.
[1] Se llama así a los ancianos del lugar, considerados sabios por los pobladores. En otras partes se les conoce como “Tata-mandones” o bajo otros nombres, siempre resaltando el respeto comunitario hacia los ancianos, poseedores de la palabra y la experiencia.
[2] Trabajo colectivo o trabajo comunitario ordenado en beneficio de la comunidad; una forma de trabajo socialmente útil que encarna las formas de organización societaria o colectivista de los pueblos de Oaxaca. Esa misma forma social de organización del trabajo en otros pueblos del Anáhuac es conocida como “faena o fatiga” o con otros nombres.
[3] Una expresión cultural de la solidaridad entre los pobladores de una comunidad o entre pueblos hermanos. Consiste en la aportación de alimentos, bebidas o insumos en general que permitan hacer más liviana una celebración, un funeral, o un acto comunitario (incluida la resistencia o la lucha de los pueblos) y siempre lleva implícita la reciprocidad entre quien brinda y quien recibe.