Otro campesino asesinado en Brasil. Continúa la guerra contra el pueblo.

El pasado 20 de septiembre reportábamos sobre el asesinato de un campesino Guarani-Kaiowá a manos de la Policía Militar. Este asesinato se producía cuando los campesinos intentaban retomar sus tierras, robadas por el latifundio quien tenía a su servicio a varias brigadas de la policía vigilando la tierra durante las 24 horas. Cuando se produjo la retomada la Policía Militar utilizó armas de fuego real para intentar detener a los campesinos que no se rindieron, y uno de ellos fue asesinado pro estos disparos.

Hoy, se conoce la noticia a través de A Nova Democracia que otro campesino Guarani-Kaiowá esta vez Fred Morilha un joven de apenas 16 años, ha sido asesinado. El joven ha sido encontrado el 23 de septiembre en una carretera secundaria de la Tierra Indígena (TI) Nhanderu Marangatu, la misma donde ocurrió el primer asesinato.

La Asamblea General del pueblo Kaiowá y Guarani, Aty Guasu, denuncia los asesinatos y ataques contra los Guarani-Kaiowá en la TI Nhanderu, donde las fuerzas estatales sirven al latifundio. En una carta exigen que el viejo Estado brasileño y organismos internacionales tomen medidas.

Una vez más se agudiza la guerra contra el pueblo, en especial contra el campesinado pobre, que se está llevando en Brasil. Cada vez las noticias de ataques son más y más violentas, habiendo dejado dos asesinatos en menos de una semana en la misma TI, donde la policía estatal todavía patrulla el latifundio de Luana Ruiz, una de las principales figuras políticas del latifundio en Mato Grosso do Sul (MS), asesora de la Casa Civil del Gobierno del Estado de MS y primera suplente al congreso por parte del Partido Liberal.

Una de las reivindicaciones que se exige es la mayor presencia de la Fuerza Nacional, cuerpo que, teóricamente, sirve para defender a los campesinos ante desalojos ilegales de tierra. Sin embargo, tal y como denuncia AND, costó más de 5 millones de reales desde que Luiz Inácio Da Silva envió las tropas a la región, y el resultado, lejos de proteger a los indígenas, fue la incautación de dos armas, siete balas y un cargamento de tabaco entre febrero 2023 y junio 2024.

Además, a la hora de defender a los campesinos, la Fuerza Nacional no sólo es inútil, sino que además rehuye su deber y abandona a los campesinos ante los pistoleros. Un mes antes de los ataques a los Guarani-Kaiowá en el sur de MS, entre el 4 y 5 de agosto, se produjo un asalto de bandas paramilitares a la TI Panambi Lagoa Rica, en Douradina, también en Mato Grosso do Sul, las tropas federales abandonaron la TI sin ninguna justificación. El resultado fueron 11 indígenas Guarani-Kaiowá heridos por golpes y disparos de arma de fuego en la cabeza y el cuello, además de estrés postraumático. Los campesinos indígenas denuncian que se trató de una acción coordinada de terratenientes y matones de la región, quienes llegaron incluso a incendiar un campamento de campesinos pobres que se solidarizaban con los Guarani-Kaiowá. El gobierno federal no hizo ninguna aclaración después de que sus tropas hayan abandonado su tarea de proteger a los campesinos de los desalojos ilegales.

Durante una visita al TI atacado, la Ministra de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, dijo que lo correcto era “escuchar a ambas partes [a terratenientes y a campesinos indígenas]”, ya que ambos “tenían derecho hacer exigencias”.

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