Brasil: Récord de conflictos en el campo en 2023, se responde al terror del latifundio con una escalada en la lucha por la tierra
A continuación publicamos una traducción no oficial de un artículo publicado en A Nova Democracia.
El escenario de 2.203 conflictos en 2023 es preocupante y apunta a una escalada de la cuestión de la tierra en el país.
El 21 de abril se publicó el informe de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) sobre los conflictos en el campo en el año 2023. La cifra de 2.203 conflictos representa un récord desde el fin del régimen militar en 1985. El escenario presentado es preocupante y apunta a una escalada de la cuestión de la tierra en el país.
Con 31 asesinatos en total, los conflictos fueron principalmente por la tierra (71,8%). Concentraron 264 “ataques con pistola”, 37 episodios de “expulsión de familias de las tierras” y 101 de “destrucción de pertenencias”. Además, la CPT verificó 359 incidentes de “invasiones a tierras de campesinos”, 37 “destrucciones de viviendas” y de 66 “granjas”.
En un total de 31 asesinatos, fueron asesinados 14 indígenas, 9 campesinos sin tierra, 4 ocupas, 3 quilombolas y 1 funcionario público. La CPT advierte que, aunque hubo una caída del 34% en la tasa de homicidios en el conjunto del país, el número de muertos en el conflicto por la tierra se mantuvo igual en la Amazonía Occidental (Amazonas, Acre y Rondônia). El informe caracteriza a la región como “un epicentro del acaparamiento de tierras”.
En los últimos años, en las páginas de la AND se destacan las acciones de los grandes terratenientes que roban tierras públicas (de la Unión). Utilizando grupos paramilitares, a menudo con la participación de agentes públicos, el latifundio no ha podido expulsar a las familias de la tierra, incluso con todo el terror latifundista que ha prevalecido en el campo desde el gobierno militar genocida de Jair Bolsonaro. A finales de 2022 fue desmantelada una tropa mercenaria que reunía a agentes públicos (como policías militares, policías civiles y delegados de la Policía Civil) y pistoleros en una acción liderada por las reaccionarias Fuerzas Armadas que combinó el uso de fuerzas policiales y paramilitares con el objetivo, que fracasó, de expulsar a las familias campesinas organizadas por la Liga de Campesinos Pobres. Las familias campesinas de Rondônia permanecen en las tierras, denunciando las actividades criminales del latifundio.
El informe indica un número récord de conflictos
El número de 2.203 casos recogidos en el Informe de la CPT es el mayor desde que la organización inició sus estudios. Desde 1985, el país ha sido testigo de los años sangrientos de 1995, año de la Batalla de Corumbiara (en Rondônia), y también de 1997, año de la Masacre de Eldorado dos Carajás (en Pará). La continuidad del terror reaccionario promovido por el latifundio es una señal de que la cuestión de la tierra es urgente. Ella es retratada así:
La región Norte lidera con 810 conflictos. El Noreste ocupa el segundo lugar, con 665. Centro-Oeste (353), Sudeste (207) y Sur (168) completan la lista.
Entre los estados, el primer lugar es Bahía, con 202 casos. Seguido por Pará (183), Maranhão (171) y Rondônia (162).
Bahía, gobernada por Jerônimo Rodrigues (PT), fue escenario de una inmensa movilización de campesinos en los primeros meses de 2023. Entre el 30 de enero y el 1 de marzo de 2023, sólo en el estado de Bahía, al menos 9,5 mil campesinos se movilizaron a través de Manifestaciones, ocupaciones de tierras y ocupaciones de sedes de las antiguas instituciones del Estado. En respuesta, los terratenientes asesinaron a María Bernadete Pacífico, “Mãe Bernardete”, una importante líder quilombola, en Salvador el 17 de agosto de 2023, en un crimen que encabeza el macabro ranking. Siguiendo la lista de crímenes del latifundio, en el año 2024, el movimiento paramilitar “Invasão Zero” promovió en febrero un ataque a la Tierra Indígena Caramuru-Catarina contra el pueblo Pataxó Hã Hã Hãe, que resultó en el asesinato de Nega Pataxó.
En Maranhão, incluso frente a un alto nivel de ataques por parte de grupos paramilitares vinculados a latifundios, destaca la lucha de campesinos y quilombolas. En el año 2024 se llevó a cabo el “Tribunal Popular contra el acaparamiento de tierras y los delitos de acaparamiento de tierras” , demostrando que, por más que crezcan los ataques de los terratenientes, la fuerza del pueblo y su capacidad de respuesta ante ellos es aún mayor.
En total, los conflictos movilizaron a 950.000 personas en 2023. La gran mayoría son campesinos pobres, con poca o ninguna tierra, que ven en la conquista de la tierra la única solución a sus problemas.
La guerra por la tierra ya es una realidad
A lo largo de los primeros meses de 2024, ya es posible observar el crecimiento, en todo el país, de las ocupaciones de tierras. Entre las que se destacan está la iniciativa “Abril Vermelho”, que movilizó a miles de campesinos desde la segunda semana del mes, y también la continuidad del Campamento Mãe Bernardete, precisamente en el estado que concentró el mayor número de casos de conflictos. Este último, el 22 de abril, fue blanco de un ataque político por parte de terratenientes que quemaron pertenencias y utensilios de los campesinos. Al denunciar el ataque , un integrante del Campamento destacó que “el enfado es porque queremos trabajar”, destacando que la Corte Popular, realizada tras la ocupación, entregó tierras a los cientos de familias que hoy tienen tierra para vivir y trabajar.
La Comisión Nacional de la Liga de Campesinos Pobres ya apuntó en la misma dirección, en medio de la “CPI del MST” donde diputados de extrema derecha defendieron políticamente la ofensiva latifundista:
“De la histeria de las palabras a los hechos, los grandes terratenientes y la ultraderecha reaccionaria, armados hasta los dientes por el genocida Bolsonaro y sus generales, siempre en connivencia con la policía militar y civil asesina, uniformados o actuando como guardias de seguridad privados y sicarios, atacaron en distintos puntos del país a campesinos que luchaban por la tierra”.
Y desde entonces, la Comisión Nacional de la LCP ha realizado un importante llamado:
“¡Llamamos e instamos a los campesinos a armarse en la misma proporción y calibre a las organizaciones de autodefensa en la lucha por la tierra!”
