Lucha por el poder dentro del partido MAS de Bolivia

Imagen de cabecera: Manifestantes en La Paz. Fuente: Reuters

El partido Movimiento al Socialismo, de Bolivia, está viviendo una lucha por el poder entre el anterior líder político Evo Morales, y Luis Arce. Después de que Evo Morales llegase a ser elegido como Presidente tras ganar las elecciones presidenciales en 2005, Morales volvió a ser envestido presidente en 2009, y posteriormente volvió a presentarse en 2014. Sin embargo, por la Constitución bolivariana, no es posible seer elegido más de dos veces, y en 2016 intentó llevar a cabo, sin éxito, un referéndum para eliminar esta parte de la Constitución. En 2017, el Tribunal Constitucional le dio la razón, puesto que presentarse a las elecciones es un llamado “derecho humano” por encima de la Constitución. De nuevo, volvió a ganar las elecciones en 2019, sin embargo, la oposición lo acusó de fraude. En ese momento, estallaron protestas e incluso se incendiaron oficinas electorales, lo que llevó a que la policía y el ejército le dieran la espalda a Morales y sugiriera a través de un mensaje transmitido por televisión que renunciara. Morales se fue del país, hacia México, y declaró que había ocurrido un “golpe de Estado”.

No fue hasta un año después, en 2020, cuando se celebraron nuevas elecciones, después de que Jeanine Áñez se proclamara Presidente de Bolivia al ser la segunda vicepresidenta de la cámara del Senado mediante un gobierno interino. En estas nuevas elecciones, donde Morales no pudo presentarse, el candidato Luis Arce se consolidó como la nueva figura del partido, y se ganó la primera ronda de las votaciones con un 55% de los votos. En ese momento, Morales volvió a Bolivia y comenzó la batalla por el poder dentro del partido Movimiento al Socialismo y, en consecuencia, por el poder Presidencial.

Luis Arce fue ministro de Hacienda en 2006 bajo la presidencia de Evo Morales y tres años después conservaría el cargo cuando el ministerio pasó a ser de Economía y Finanzas Públicas hasta el año 2017. En 2019 volvió como candidato del MAS, apoyado públicamente por Evo Morales, que también fue su jefe de campaña, logrando ser elegido presidente de Bolivia en el año 2020.

A partir de este momento los intereses personales chocaron, ya que cómo informan numerosos medios, Evo Morales intentó que Arce cambiase a alguno de sus ministros y dirigir la política de Arce, lo que llevó al cisma entre ellos en el año 2021, y a un deterioro creciente de la relación hasta el día de hoy. A pesar de haber sido compañeros de gobierno durante muchos años y de haber apoyado y dirigido la campaña electoral de Arce, ahora Evo Morales afirma que Arce es “un traidor”, que “busca proscribir al MAS”, y que el gobierno “se derechizó”.

Actualmente, Luis Arce es el Presidente de Bolivia y no se prevén elecciones hasta 2025. Sin embargo, la lucha de poder es clara: en diciembre de 2023, de nuevo el Tribunal Constitucional declaró de nuevo que presentarse a las elecciones no es un llamado “derecho humano” y por tanto puede ser restringido legalmente. Negando así que Morales pueda volver a presentarse en 2025. Este nuevo cambio de postura pro parte del TC viene dado después de que Arce prorrogara las funciones de los jueces en mandato y del resto de autoridades judiciales, que debían cambiar este último año, y además se les permite volver a ser reelegidos en un tribunal distinto, anteriormente prohibido. Por otra parte, en el Xº Congreso de MAS, “se aceptó la autoexpulsión” de Luis Arce y David Coquehuanca, el vicepresidente del país, por no “asistir a la reunión que se efectuó en el pueblo de Lauca Ñ, y también se ordenó al Tribunal de Ética del partido expulsar a otros 20 diputados afines a Arce.

Toda esta lucha interna dentro del partido MAS se ha trasladado a la calle para exigir la renuncia de los jueces, lo que ha semi-paralizado Bolivia, con desabastecimientos en La Paz y el aumento de precios en la canasta básica. También, han muerto tres personas, incluido un bebé, y han habido 32 policías heridos. Además, 21 manifestantes han sido detenidos con explosivos.