Yeni Demokrasi: Sobre la actitud del Movimiento Nacional Kurdo hacia Palestina

A continuación publicamos una traducción no oficial de un artículo del periódico democrático, Yeni Demokrasi, Nueva Democracia, de Turquía:

El Diluvio Al-Aqsa y sus consecuencias tienen algunas importantes características tanto en la resistencia Palestina como en la historia de las luchas de liberación nacional. El punto de mira de esta acción, el cuál incluyó ataques en los asentamientos sionistas y las estaciones de policía israelíes al cruzar la frontera de la Franja de Gaza, causó una fuerte alineación política. Mientras vemos el llanto de la izquierda reformista sobre Palestina, nosotros recordamos su indiferencia e incluso su silencio hacia la agresión turca contra Rojava como una hipocresía destacable.

Hamas, el cuál constituye la fuerza principal de la operación, causó en general una actitud ambivalente hacia esta posición, y también vemos aquellos que no se posicionaron a tiempo. El Movimiento Nacional Kurdo también tomó su lugar en esta mesa. En estas discusiones, la posición política de la Lucha Nacional Kurda, la cuál sufre la misma suerte que Palestina, que fue oprimida e ignorada por cuatro Estados diferentes, fue más importante que la posición reformista. Somos testigos del resultado de las leyes en el paradigma de KCK en los posicionamientos y evaluaciones realizadas desde el primer día de la guerra. Los posicionamientos a veces eran contradictorios e incluían evaluaciones individuales de fuerzas de la resistencia en vez de la legitimación de la resistencia y de la causa nacional.

LA ACTITUD DEL KCK QUE “EQUIPARA” PALESTINA E ISRAEL
El factor decisivo de la actitud de KCK hacia la resistencia es sin duda el comunicado hecho por el KCK (Koma Civakên Kurdistanê [Nota de traductor: Unión de Comunidades Kurdas]). El vicepresidente del KCK, en su posicionamiento fechado en el 13 de octubre, dijo, “Como en el 7 de octubre de 2023, miles de personas, tanto israelíes como palestinas, perdieron sus vidas en el ataque llevado a cabo por Hamas y los subsecuentes ataques lanzados por el Estado de Israel contra los palestinos, especialmente en la Franja de Gaza.” Evalúa la guerra como una masacre mutua al decir “Los ataques mutuos resultaron en una completa masacre.” Indudablemente, tanto este posicionamiento como identificar la resistencia con Hamas es bastante problemático. Primero, esta actitud implica equiparar el opresor y a las dos naciones oprimidas, que es una posición muy problemática. Por 75 años, el Israel sionista, con el apoyo explícito del imperialismo, ha ocupado las tierras palestinas y legitimado la opresión y masacres en estas tierras, las cuales dividieron en dos, la Franja de Gaza y Cisjordania. Gaza se convirtió en la prisión a cielo abierto más grande del mundo y desplazó al pueblo de sus tierras a través del bloqueo y el hambre. Cuando el perpetrador de todo esto, la nación opresora, el Estado de Israel, y las fuerzas de resistencia palestinas son evaluadas equitativamente y las acciones de ambas partes se llaman “masacres”, la legitimación de la lucha de la nación oprimida es “destruida”. Esto también significa cuestionar la legitimidad de la Lucha Nacional Kurda contra las clases dominantes árabes, iraníes y turcas. Como los kurdos en Turquía que legítimamente están luchando por sus derechos nacionales contra un ejército regular bajo condiciones desiguales contra la tiranía de la República Turca, la situación en Palestina no es diferente. Más importante aún, el hecho que Israel es una nación opresora, el Estado nos muestra que la actitud del KCK de equiparar a los partidos es incorrecta. Segundo, identificar toda la resistencia con sólo con Hamas y evaluar sus métodos como “erróneos” significa ignorar la acción conjunta de las fuerzas de resistencia palestinas en la guerra desigual en curso. A pesar de que el peso específico de Hamas en la operación y su naturaleza política específica está abierta a discusión, evaluar la legítima resistencia de los pueblos oprimidos del mundo en una guerra desigual como “métodos incorrectos” y ver la resistencia solamente como Hamas, significa usar expresiones del discurso hegemónico del imperialismo y de sus medios títeres. Esto es una forma de trabajar que debería ser evitada por las organizaciones que llevan a cabo una lucha nacional y que su poder y legitimidad deriva de una nación oprimida. Lo que está pasando no es una guerra entre Hamas e Israel, sino una guerra entre la resistencia nacional palestina y el Sionismo israelí.

Los kurdos, en cuatro partes, y los palestinos, son naciones cuyos derechos de construir su Estado han sido usurpados por los imperialistas y sus sirvientes locales, y cuyas experiencias de lucha se entrecruzan con algunas secciones históricas en este contexto. Hubo colaboraciones entre estas naciones en la lucha por su liberación, en ocasiones a nivel organizacional y en ocasiones a nivel de experiencias. Justo como las Luchas de Liberación Nacional Kurdas están bajo liderazgos y comprensiones diferentes en cuatro países, la lucha que los palestinos han desarrollado contra el Sionismo israelí es con organizaciones con algunos puntos de vista diferentes. El hecho que el KCK enfatice particularmente Hamas en su comunicado y desarrolla una posición ambivalente e indecisa es sin duda debido al aspecto “islámico” de esta organización. Cuando la lucha nacional de Hamas se deja de lado, y se destaca puramente su aspecto religioso, se cae en el mismo fallo que los nacional chovinistas que oprimieron al Movimiento Nacional Kurdo, específicamente la Rebelión del Sheikh Said. Ibrahim Kaypakkaya estudió esta legítima rebelión, que fue ignorada debido a su aspecto religioso y por su supuesta “colaboración con los británicos”. Sin hacer ninguna concesión al chovinismo destacó la naturaleza nacional de la rebelión y enfatizó que tuvo un contenido nacional democrático bajo todas estas circunstancias. La discusión que realiza Ibrahim Kaypakkaya de la naturaleza del movimiento nacional en su obra “La cuestión nacional en Turquía” tiene una clara perspectiva sobre este punto. El hecho de que el movimiento kurdo considere que la Lucha Nacional Palestina, una estructura monolítica islámica marginal y se distancie de ella, crea una contradicción en su propia estructura. Así como en el Movimiento Nacional Kurdo, también podemos encontrar la representación de diferentes clases y segmentos sociales en la Lucha Nacional Palestina, vertical y horizontalmente. Esto es válido para cada movimiento nacional. Esto también pudo ser la fuerza determinante de la resistencia, como Hamas en Gaza. Esto no es un obstáculo para solidarizarse con tal lucha. Mientras el KCK debería tener un plan urgente y apoyo activo al una parte dinámica de la Lucha Nacional Kurda, su comportamiento ambivalente ha evitado que el pueblo muestre una fuerte solidaridad.

¡UN LLAMAMIENTO POR LA “PAZ” DESARMA A LA NACIÓN OPRIMIDA!
En el caso específico de Palestina, llamar al desarme y a la paz, para la nación oprimida en las condiciones en las que Israel constantemente oprime y se sostiene a través de la guerra, básicamente significa desarmar al oprimido. El llamamiento por la paz del KCK y su enfoque de los “dos lados” son problemáticos, principalmente porque significan desarmar a los palestinos. Como el llamamiento a la “paz” de las fuerzas liberales y reformistas al respecto de la Lucha Nacional Kurda, que consideran que sus legítimas acciones son “terrorismo”, son un sinsentido y buscan desarmar al oprimido, en este caso la Lucha Nacional Palestina diciendo “que deben hacer la paz”, tras la resistencia del Diluvio Al-Aqsa, sirve a un propósito similar. Es un discurso que debe ser enfrentado con la lucha. Mientras que el estadio actual de la resistencia palestina, sus éxitos militares y victorias significan nuevas oportunidades, el énfasis sobre la “paz” debería ser reemplazado con la continuación de la lucha legítima. El nivel más avanzado de solidaridad que incluye esta compresión, está entre los deberes básicos de las naciones oprimidas. La esencia de esta solidaridad también está presente en la contribución de la resistencia vietnamita a Palestina, y la contribución de Palestina a la lucha en curso en las cuatro partes del Kurdistán.

El punto más importante que destaca en el comunicado del KCK es el “el confederalismo de la nación democrática” propuesto como tercera vía. Esta comprensión, que da color al comunicado entero del KCK, es un método que está muy lejos de la realidad y no contiene una solución revolucionaria a los problemas nacionales, así como excluye el Derecho a la Libre Separación, que básicamente incluye el derecho a establecer un Estado independiente. Este entendimiento, que incluye una propuesta política que es incluso mas atrasada que la imposición imperialista de “la solución de dos Estados” en Palestina, es parte del enfoque del KCK a los problemas nacionales en Rojava y el Kurdistán turco. Esta actitud política no contiene una solución y es la fuente de su actitud en Oriente Medio. Esta actitud también es la razón por la que no muestran una mayor solidaridad con Palestina. Las direcciones de la Lucha Nacional Kurda en todas las partes ha establecido un lazo muy débil con la causa palestina, debido tanto a sus lazos con el imperialismo, como con la posición tomada por fuerzas reaccionarias en la región. Al respecto de ello, los comunicados del KCK, que tiene el contenido más democrático entre estas fuerzas, su reducción de la resistencia palestina a Hamas, la equiparación de oprimido y opresor, y el llamamiento por una paz que no resuelve nada, son la fuente de nuestra crítica.

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