Un campesino asesinado y latifundio incendiado en Mato Grosso do Sul, Brasil

Imagen de cabecera: edificio del latifundio es incendiado en Caarapó.

Los indígenas campesinos guarani-kaiowá en Mato Grosso do Sul (MS) se están enfrentando ferozmente a los ataques del latifundio desde hace días. Los crímenes cometidos contra ellos en este estado son frecuentes, pero contra ellos no cabe la resignación ni la huida, sino que los campesinos están oponiendo una feroz resistencia.

El domingo 16 de noviembre un indígena fue ejecutado de un disparo en la cabeza en la Tierra Indígena (TI) Iguatemipeguá I, después de que los campesinos fueran acorralados por pistoleros contratados por el latifundio Cachoeira.

Los campesinos indígenas habían retomado la tierra que les pertenecía por tradición, contra lo que el latifundio optó por el terrorismo y el asesinato. Las fuerzas represivas del viejo Estado brasileño como la Fuerza Nacional o la Policía Militar estaban desplegadas en la zona, pero no sólo no hizo nada por detener el asesinato, sino que impidieron la entrada de partidarios, periodistas, etc., a la zona.

De forma paralela y paradójicamente, organismos como el Consejo Indigenista Misionero (Cimi) que denuncian los crímenes cometidos contra el campesinado indígena, denuncia que ellos mismos han sido denunciados por el latifundio de supuestamente apoyar “acciones terroristas de los indígenas”.

A Nova Democracia (AND) informa que este ataque no es un hecho aislado en esta misma retoma de tierras, sino que en otras ocasiones los campesinos indígenas han sido atacados con balas de goma y sufrido disparos en sus casas con balas de gran calibre. La TI Iguatemipeguá I debería tener unas 41.500 hectáreas de terreno, según se demarcó hace ya 12 años, pero de momento los campesinos indígenas se ven hacinados en 97 hectáreas debido a los ataques del latifundio y el papel servil del viejo Estado brasileño.

También en MS, campesinos indígenas guarani-kaiowá han respondido a la violencia perpetrada por el latifundio durante la última semana en la retoma de Guyraroká, municipio de Caarapó. Recientemente los pistoleros del latifundio violaron a una joven, lo cual fue respondido por los campesinos con una feroz resistencia. En esta zona la Fuerza Nacional y la Policía Militar también han sido desplegadas para proteger los intereses del latifundio. Sin embargo, tras la violación de la joven, ha habido varios incendios en las tierras, edificios y maquinaria del latifundio, a pesar de estar vigilados por las fuerzas represivas brasileñas con helicópteros, drones y patrullas.

La fuente de todas las imágenes usadas en este artículo es A Nova Democracia.

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