Pueblos indígenas protestan contra la COP30 en Brasil
Imagen de cabecera: indígenas protestan contra la celebración de la COP30 en Belém. Fuente: A Nova Democracia.
El gobierno oportunista del PT dirigido por Luiz Inácio Lula da Silva está intentando aprovechar la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático en Belém para autoproclamarse como el defensor del medio ambiente y de los intereses de los pueblos indígenas. Sin embargo los pueblos indígenas de Brasil están desvelando estos días el verdadero papel del actual gobierno brasileño.
Mientras que el gobierno brasileño tiene supuestamente el objetivo de atraer cientos de miles de millones de dólares en inversiones para frenar el cambio climático, y entre otros, la deforestación, la realidad es que los ataques del latifundio, la defensa de sus intereses en numerosos robos de tierras y los asesinatos de indígenas defendiendo sus tierras originarias, están al orden del día en Brasil. Se pueden leer numerosos reportes al respecto a continuación:
https://redherald.org/tag/lucha-por-la-tierra
https://redherald.org/tag/brasil
A Nova Democracia (AND) recuerda que sólo en el año 2024, el Consejo Indigenista Misionario (Cimi) registró 211 asesinatos de indígenas, un salto alarmante respecto al pasado reciente. Además el medio brasileño señala a la nueva ‘Ley del Marco Temporal’ (Ley 14.701/2023), como “motor de la nueva ofensiva, dilatando plazos, retardando demarcaciones y legitimando disputas por la tierra que ya eran violentas”. Solo tomando un ejemplo de indígenas campesinos es suficiente para darse cuenta de la magnitud del problema: los Guarani-Kaiowá, en Mato Grosso do Sul, se han enfrentado a 99 conflictos por la tierra que han implicado a 13.906 personas, con 54 tentativas de asesinato. Entre 2003 y 2019 al menos 539 guarani-kaiowás fueron asesinados.
Esta realidad es muy patente para los indígenas, que en el segundo día de la COP30 protestaron e invadieron la llamada “Zona Azul”, área oficial de negociaciones del encuentro. En la protesta participaron 60 personas, y hubo al menos un herido. La Policía Militar, Fuerza Nacional y seguridad de la ONU participaron en el choque contra los manifestantes. Los manifestantes llevaban carteles contra la venta de sus tierras, denunciando que la COP30 no representa los intereses de los campesinos indígenas sino de la burguesía, y criticando el agronegocio y la búsqueda de petróleo en el Amazonas.
