
Francia: la lucha siempre desenmascara a los charlatanes, colaboradores trotskistas y cobardes permanentes
A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por La Cause du Peuple.
En el mundo activista, con todas sus organizaciones, sus historias, sus divisiones, estamos acostumbrados a escenarios que se repiten constantemente. Se crea una movilización y luego explota. Una organización se disuelve, sus líderes cierran sus puertas y no sabemos nada más de ellos. Hay rumores aquí y allá, muertos en el armario, algunos hablan a escondidas y luego fingen ser mejores amigos…
Pero a veces hay gratas sorpresas que contradicen la tendencia de esos viejos hábitos de la burbuja activista. Es el caso, por ejemplo, cuando dos organizaciones juveniles se unen en un gran proyecto común: reconstituir las Juventudes Comunistas, e invitan al resto de la juventud a hacer lo mismo para unirse sobre la base de principios y no de facciones.
Y luego a veces hay sorpresas menos agradables. Porque en esta jungla, todavía hay algunas reglas que todos respetan. Por ejemplo, una regla de oro es no denunciar ni colaborar con el Estado contra una movilización. Ni siquiera las organizaciones más opositoras lo hacen. Simplemente se manifiestan públicamente contra las tácticas, puntos de vista o acciones de los demás. Tienen todo el derecho a hacerlo, y no perjudica a nadie; simplemente nos recuerda a menudo quién es revolucionario y quién no llega tan lejos.
Pero cuando una organización acusa abiertamente a otras organizaciones de haber participado en una acción en particular, mientras el Estado las monitoriza para reprimirlas, no hay otra palabra para describir esta actitud: ¡colaboración! Nuestros lectores experimentados no dejarán de recordarnos que, para algunos, esta es una vieja tradición de más de 80 años… Y así fue como el 8 de septiembre de 2025, bajo la sabia pluma de Lisa Mage, de Révolution Permanente (RP) [Nota del traductor: es una organización trotskista en Francia. Es la sección francesa de la Fracción Trotskista Internacional, directamente dirigida y financiada por el trotskista PTS en Argentina] pudo escribir en su web:
“En este sentido, consideramos que acciones minoritarias, como la «Operación Crous» que ya debatimos [Nota del traductor: una operación dirigida por estudiantes contra la oficina de servicios públicos para universidades en Francia], o el “diligente saqueo de la presidencia” con “extintores”, reivindicado por LJR (cuyos militantes de Paris 8 están en la FSE), como una victoria para los estudiantes y una expresión de “violencia revolucionaria” en su periódico La Cause du Peuple, a finales del año pasado durante la movilización en apoyo del Colectivo Combat Hébergement 93, van en la dirección equivocada. En primer lugar, van en contra de la reconstrucción de un movimiento estudiantil fuerte capaz de desempeñar un papel decisivo frente a los ataques autoritarios del gobierno y el fortalecimiento de la extrema derecha, pero también frente a la austeridad, el adoctrinamiento de los jóvenes en el camino hacia la guerra y el genocidio en Palestina.”
RP no solo alerta a la policía sobre organizaciones políticas y sindicales (¿y con qué pruebas? ¿Un artículo comentando una protesta?), sino que también ataca a nuestro periódico. ¿Cuál es el propósito de tal maniobra? ¿Están tan desconectados del mundo social, de la lucha de clases, que creen que semejante acción no es seria cuando la represión es omnipresente? ¿Acaso no tienen principios o lo que sea para jugar a este juego? El hecho es una prueba de ello, y no lo olvidaremos.
En La Cause du Peuple, nos solidarizamos con todos aquellos que luchan sinceramente con principios, independientemente de su ideología, por eso hemos defendido estas acciones políticas militantes. Pero estamos aun más comprometidos a nuestros principios. Sostenemos que la acción llevada a cabo por los estudiantes revolucionarios fue justa y que es la manera de romper el consenso capitalista-liberal que asfixia a las universidades bajo una pesada losa. Las administraciones universitarias reaccionarias, sindicatos estudiantiles y los oportunistas son parte del mismo sistema, los mismos muros que deben derribarse. RP ha abandonado el campo de los oportunistas para unirse al de la reacción.
Cabe señalar que los aprendices de milicianos, siempre dispuestos a desvincularse, desempeñan al mismo tiempo un papel muy particular: el de charlatanes radicales. Como vendedores de pociones mágicas y curas milagrosas, pregonan a los cuatro vientos, en todas las asambleas generales, que tienen un gran plan para una “huelga general”.
Pero, damas y caballeros, una huelga general es una táctica, y una seria. No se puede decretar, ni siquiera decidir, en una asamblea general. Engels, a quien seguramente conocen, ya lo explicó en 1873 cuando criticó a los bakuninistas en España, quienes habían llevado la convocatoria de una huelga general sin preparar una insurrección, y cuando su huelga «funcionó», no les quedó más remedio que enviar a los obreros a morir en la batalla. En lugar de derribar el capitalismo, su acción obligó a la clase obrera a retroceder y propició una calma que resultó muy conveniente para la burguesía.
¿Quizás esto es lo que nuestros charlatanes quieren crear en última instancia? Una situación donde todo está en crisis pero nada cambia, para poder repetir una y otra vez que las masas no estaban preparadas, que debemos preparar la próxima campaña electoral o pensar en una VIª República [Nota del traductor: actualmente Francia se encuentra en la Vª República] ligeramente más democrática… Todo el mundo sabe que en la Universidad París 8, la estrategia de RP es dividir la asamblea general para desmantelar el colectivo, de modo que solo se acepte lo que ellos organizan directamente. Dicho sea de paso, todas estas artimañas empiezan a ser bastante obvias. No les importa un carajo la democracia colectiva; escupen conscientemente sobre las decisiones votadas; en el fondo, creen haberlo entendido todo sobre la Revolución ante masas estúpidas. Que personajes tan horribles son estos clones pequeñoburgueses con sus discursos estereotipados.
¿Qué podemos decir de la manifestación del 18? Llevando consigo a parte de la Asamblea General en la Gare du Nord, huyeron ante la carga policial, dejando a los institutos y a los jóvenes a merced de recibir una golpiza de las porras de la policía. Ni siquiera defendieron su pancarta con su lema contra la policía. Afirmamos que no es así como vamos a reconstruir un movimiento revolucionario para hacer frente “a los ataques autoritarios del gobierno y el fortalecimiento de la extrema derecha, pero también frente a la austeridad, el adoctrinamiento de los jóvenes en el camino hacia la guerra y el genocidio en Palestina.”
Al mismo tiempo, a sólo un tiro de piedra de la “extravagancia” trotskista, la Ligue de la Jeunesse Révolutionnaire (LJR) y Jeunes Révolutionnaires (JR), así como los activistas de la Fédération Syndicale Étudiante (FSE), mostraron el camino frente a la policía al negarse a huir.
La lucha siempre expone a quienes no cumplen plenamente sus palabras, cuyos actos no encajan con sus palabras, quienes no planifican seriamente sus tácticas. Porque cuando, ante una carga policial, ustedes tiran la bandera y dejan caer la pancarta con su lema “tan hermoso” y “tan ofensivo”… ¿qué más podemos esperar?
Ustedes, quienes rechazan la confrontación, corren o se escapan entre grupos organizados a la menor oportunidad, quienes denuncian públicamente, quienes meten su nariz en todas partes mientras luchan en ninguna, ¿cómo podríamos creer lo más mínimo de sus bellas palabras? Basta con una buena pelea para que caiga la máscara y, tras ella, se revele tras de ella el rostro demacrado de los cobardes permanentes.