Cientos protestan en Rio de Janeiro contra las amenazas de Trump contra Gaza y los palestinos
Compartimos una traducción no oficial de un artículo de A Nova Democracia.
El jueves 13 de febrero cientos de personas se reunieron en el centro de Río en una protesta en defensa de la liberación del pueblo palestino y contra los planes del ultrarreaccionario presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de promover la limpieza étnica del pueblo palestino para la construcción de resorts de lujo. La concentración tuvo lugar frente al ayuntamiento y pronto se dirigió al frente del consulado de los Estados Unidos.
Al principio, una minoría de manifestantes no quiso acudir al consulado, por temor al aparato de la policía anti-disturbios que ya estaba posicionada en el lugar. Sin embargo, la gran mayoría continuó el acto hacia el consulado, coreando consignas contra el imperialismo yanqui y el Estado de Israel.
Una vez en el lugar, los manifestantes continuaron la movilización. A pesar del número desproporcionado de agentes de las fuerzas de seguridad, no hubo represión. Se movilizaron más de 100 policías, entre ellos el Batallón de Choque, la RECOM, la Policía Militar y la Guardia Municipal, además de las camionetas y un camión de chorro de agua, listos para ser utilizados.
A pesar de la intimidación, los manifestantes se mantuvieron firmes en defensa de la liberación del pueblo palestino, coreando consignas y encendiendo bengalas, en apoyo de la victoriosa resistencia palestina.
A principios de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una conferencia de prensa con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que querían tomar la Franja de Gaza para construir una «Riviera de Oriente Medio».
Mientras miles de palestinos son asesinados o expulsados de sus hogares por el Estado de Israel, Donald Trump dice que es una buena alternativa construir un área recreativa en Gaza, porque, según él, los palestinos tendrían acceso a «viviendas de gran calidad, como una ciudad hermosa, como un lugar donde pueden vivir y no morir».
Donald Trump está acostumbrado a lucrar con la falta de vivienda de otros. Antes de llegar a la presidencia, era un especulador inmobiliario. Al frente de la Trump Organization, una empresa fundada por su padre, construyó y gestionó hoteles, casinos, rascacielos y campos de golf, principalmente en Nueva York.
En 2012, el magnate expuso sus planes de construir una de sus «Torres Trump» en Río de Janeiro, aprovechando el proyecto de la «nueva zona portuaria», construido para cumplir con los requisitos de la FIFA y el Comité Olímpico. El proyecto fue duramente criticado y respondido con constantes protestas por parte de los residentes de la región central, que en ese momento sufrían violentos desalojos policiales.
Con la profundización de las manifestaciones en su momento, derivando en las manifestaciones masivas de 2013 y 2014, que contaron con la participación masiva de la población del Centro, el magnate norteamericano desistió del proyecto.
Previamente habíamos publicado una traducción no oficial de otro artículo acerca de las declaraciones del presidente yanqui: