Noruega: Crisis del gobierno. ¿Un colapso deliberado?
A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por Tjen Folket Media.
Después de una semana de reuniones y juegos mediáticos, el Partido Laborista se queda solo en el gobierno de Støre [Nota del traductor: actual gobierno noruego, encabezado por el líder del Partido Laborista, Jonas Gahr Støre], después de una batalla por la introducción de tres directivas de la UE. En realidad, el colapso del gobierno se trata de problemas más profundos para los partidos burgueses y para el imperialismo noruego.
El Partido Laborista ha llevado al Gobierno que Noruega debe aplicar tres de ocho propuesta de las directivas y regulaciones del cuarto paquete de mercado energético de la UE. Estas directivas tratan de coordinar las reglas para la producción y venta de energía dentro de la UE y su mercado interno, como los países del EEE [Nota del traductor: Espacio Económico Europeo] (Suiza, Islandia, Luxemburgo y Noruega), del que también son parte. Como miembro del EEE, Noruega ha sido “el mejor de la clase”. Durante los años recientes, Noruega ha implementado más directivas de la UE que muchos países de la UE.
Los intereses del imperialismo noruego
En esencia, todas esas directivas y adaptaciones son sobre los imperialistas europeos coordinándose en mayor medida, de modo que las grandes potencias europeas y los imperialistas más pequeños se fortalezcan de cara a las naciones oprimidas en Europa y a sus competidores imperialistas más importantes a nivel internacional, principalmente Estados Unidos y China. Para el imperialismo noruego, se trata especialmente de cómo las empresas monopolistas noruegas y el Estado noruego pueden maniobrar entre las grandes potencias y obtener una mayor proporción del mercado y del botín.
Además, Støre aquí representa los principales intereses de los monopolios noruegos. El acceso al mercado europeo es crucial para el petróleo y el gas noruegos, además de las industrias de exportación como la industria química y las exportaciones de mariscos. Noruega se ha apoderado del espacio de Rusia como el mayor proveedor de gas para Alemania, como resultado de la guerra contra Ucrania y las sanciones de la UE contra Rusia. Además, el Estado posee la mitad de todos los intereses de propiedad para las compañías eléctricas noruegas. Por lo tanto, el Estado noruego no sale perdiendo con los precios eléctricos más altos de la electricidad; por el contrario, el Estado es el que más se beneficia de la venta de electricidad noruega a precios europeos. Por lo tanto, Støre solo hace su trabajo como el principal representante del capitalismo monopolista estatal noruego, al presionar para la adaptación al mercado energético europeo.
Además las negociaciones en el gobierno y el colapso que hoy se han convertido en un hecho, deben ser entendidas en su contexto.
Crisis general y rivalidad agudizada
Primero, debemos comprender la crisis del gobierno en el contexto de la crisis general en el imperialismo, con una competencia más estricta entre los imperialistas, como la guerra en Ucrania y la notificación de la administración Trump de una guerra aduanera contra las potencias europeas. Al primer ministro Støre se le ha dicho claramente por parte de las potencias europeas que Noruega está rezagada en la implementación de las directivas de la UE. El “paquete” de directivas y regulaciones antes mencionado se adoptó en el invierno de 2018-2019. La guerra en Ucrania y la guerra comercial notificada con Estados Unidos aumentan la presión sobre Noruega para actuar como un proveedor confiable de gas y electricidad al continente.
Las potencias europeas y los representantes de la UE, según los políticos del Partido Laborista y varios comentaristas, han enviado señales claras de que Noruega debe adaptarse más al mercado interno de la UE. Estos no aceptan que el imperialismo noruego solo acepte directivas populares, o que simplemente “obtenga” sin dar nada. Estas amenazas son en parte de la propia boca del primer ministro Støre cuando él mismo dijo en su propia conferencia de prensa:
“De lo que se trata es: si queremos protegernos y estar seguros de que no estaremos expuestos, por ejemplo, si hay un conflicto comercial y una guerra arancelaria sobre el mar a nivel mundial entre Europa y Estados Unidos, etc”.
En otras palabras, el Primer Ministro afirma que un pequeño imperialista como Noruega no puede estar solo cuando se está gestando más conflicto a nivel internacional. Además, el Primer Ministro afirma que el acuerdo sobre el EEE sirve a los intereses noruegos, ya que otorga a la industria de exportación en Noruega acceso al mercado interno de la UE. Aunque las tres directivas específicas son limitadas, Støre lo ve en el contexto de todo el acuerdo del EEE y el lugar de Noruega en el mercado europeo.
El Partido del Centro dejaría al gobierno
En segundo lugar, este asunto se ha vuelto tan importante para el Partido del Centro como resultado de que el Partido cayera dramáticamente en las encuestas mientras experimenta una lucha interna por el camino a seguir. El Partido experimentó un gran aumento en el apoyo en 2020, donde se perfilaron como una especie de “Partido rebelde”, especialmente contra el llamado cambio verde y la tendencia a una mayor centralización y urbanización. A principios del año 2020/2021, justo antes de las elecciones parlamentarias, se estimaba que recibirían más del 20 por ciento de apoyo. En el otoño de 2021, hicieron unas elecciones muy buenas y el Partido del Centro recibió un 13.5 por ciento del voto. Ahora la Partido ha estado entre el 5 y 7 por ciento en promedio en las encuestas. Hay una fuerte presión dentro del Partido para hacer algo, si no se quiere que el Partido se reduzca a más de la mitad del voto para las elecciones de este otoño. La cuestión de la UE es quizás la cuestión más importante que distingue al Partido de otros Partidos burgueses y, por lo tanto, las tres directivas son un excelente tema para empezar.
El Partido del Centro representa en particular los monopolios agrícolas, pero también otras fuerzas burguesas en los municipios rurales noruegos. Algunas de estas fuerzas, personificadas en la política nacional por el ex ministro Ola Borten Moe, no tienen intereses que coincidan en todos los temas con el Partido Laborista. En septiembre de 2024, Ola Borten Moe escribió una crónica con Sylvi Listhaug [Nota de traductor: del Partido del Progreso) contra la “regulación y exceso de impuestos”. Es difícil de imaginar a un político del Partido Laborista haciendo algo similar. Borten Moe posee una gran granja, pero también ha invertido en otras industrias. Junto con otros socios fundó la compañía petrolera OKEA en 2015. Los pequeños y medianos capitalistas, especialmente en las zonas rurales, relacionados con la agricultura u otra industria tienen en diferentes áreas diferentes intereses respecto a los bancos y el Estado. Además, la juventud del Partido del Centro también ha declarado recientemente que están “cansados del Partido Laborista” y están poniéndose en contra de la “política simbólica y la política climática que no funcionan”.
Este cambio representa una tendencia clara dentro del Partido, que quiere virar hacia la “izquierda” y quiere defender a los pequeños y medianos capitalistas, así como a los monopolios agrícolas y los agricultores noruegos. Estas fuerzas se encuentran entre los que más pierden cuando los precios de la electricidad son altos. Por lo tanto, hay un fuerte reclamo desde la base del Partido del Centro, de que la dirección del Partido debe defender su posición contra el mercado eléctrico europeo. Este requisito no se trata solo de retórica y de ganar votos, aunque esto es importante, sino también de defender los bolsillos de las bases del Partido: los agricultores, los monopolios agrícolas y los pequeños y medianos capitalistas en las zonas rurales.
El Partido Laborista gobernaría solo
En tercer lugar, muchos comentaristas declaran que el colapso del gobierno también atiende a la propia crisis del Partido Laborista. Justo antes de Navidad, se reveló que las fuerzas dentro del Partido Laborista estaban trabajando nuevamente para destituir a Støre como líder del partido. Støre no solo lidera un gobierno impopular como Primer Ministro, sino que como líder del Partido también es muy impopular. Por lo tanto, la lucha por el poder en el Partido Laborista se ha agudizado. No se trata fundamentalmente de Støre en sí mismo, sino de la larga crisis de la socialdemocracia. La pérdida de apoyo, de puestos de alcalde y de influencia agudizan la tendencia a una disputa amarga por los escaños restantes. Cuando el Primer Ministro tiene adversidades, los rivales también se vuelven más valientes.
La línea dura de Støre en el gobierno contra el Partido del Centro ha consolidado, según varios comentaristas, su posición de poder en el Partido. Un acuerdo haría que Støre se vea débil, y eso es lo último que necesita antes de la convención nacional de primavera en el Partido Laborista. En cambio, ha elegido mantenerse duro en la posición del Partido Laborista para defender el acuerdo del EEE y la adaptación al mercado interno de la UE e incluso los críticos como Trond Giske han optado por apoyar a su líder en esta cuestión. Aunque existe oposición al paquete de medidas del mercado energético de la UE dentro del Partido Laborista, muchas de las mismas fuerzas también han querido un gobierno sólo de los Laboristas, o preferiblemente un gobierno donde el Partido de la Izquierda Socialista también se incluya para “equilibrar” al Partido del Centro. Los comentaristas declaran que Støre ha realizado una demostración de poder. También lo ha hecho anteriormente dentro del Partido. Por lo tanto, esto allana el camino para que Støre mantenga el poder en el Partido y pueda esperar dirigir al Partido en la campaña electoral. Con Sylvi Listhaug como la principal rival hoy, el Partido Laborista está en una mejor posición de cara a las elecciones que en varios años. Por otro lado: si Støre falla, ya no puede culpar al Partido del Centro, y el camino hacia el poder será aun más corto para sus rivales.
No hay diferencia para los obreros
La política burguesa es la política burguesa. Los diversos Partidos representan diferentes intereses de capital, y los diversos políticos no solo actúan como representantes de los demás, sino que también juegan un papel en nombre de sus propios intereses mezquinos. Pueden reclamar tanto como quieran que la disputa es por el bien de los “intereses noruegos”, pero para los políticos en el poder como Støre y Vedum [Nota del traductor: dirigente del Partido del Centro], esto también se trata de su propia posición. Ambos salen fortalecidos del colapso del gobierno y, por lo tanto, no es un gran misterio cómo la crisis del gobierno podría hacer que el Partido del Centro desaparezca. Esto es beneficioso para ambas partes y para ambos dirigentes.
A fin de cuentas, el juego parlamentario burgués es más que un circo para las masas. Los nuevos giros y acontecimientos están sirviendo para atraer a los votantes a las urnas, para crear la ilusión de que lo que es cierto tiene algo que decir para la clase obrera. Pero como ha declarado enérgicamente el Partido del Centro, obviamente no están en contra de trabajar con la UE y las grandes potencias en Europa. Solo quieren mejores condiciones para su parte de la burguesía. Cuando ahora quieren hacer de los precios de la electricidad un tema de la campaña electoral, debemos recordar que el Partido ha gobernado durante más de tres años y ha sido corresponsable de los precios de la electricidad más altos de la historia. Y también podemos estar seguros de que si este precio cayera, la burguesía encontraría otras formas de aumentar la explotación de la clase obrera.
La tendencia general hoy es que las cargas se ponen cada vez más sobre los hombros de la clase obrera y el pueblo, para dar un nuevo impulso al Estado y al capital en su búsqueda de ganancias. No hay Partidos burgueses, ni el Partido Rojo ni el Partido del Progreso, pueden o cambiarán esta tendencia. Todos actúan como administradores del imperialismo noruego en un mundo que se caracteriza cada vez más por la crisis y la guerra. Acuerdan rearmarse y hacer recortes, acordaron hacer todo lo posible para avanzar en los intereses del imperialismo noruego en el país y en el extranjero, y los desacuerdos entre ellos se tratan de ajustar algunas partidas en el presupuesto estatal. Esto puede desempeñar un papel para diferentes individuos y facciones en la burguesía, pero ninguna de las masas más hondas y profundas notará ninguna diferencia sin importar quién esté en el gobierno.
