Francia: Después de que la extrema derecha toma la delantera en la primera vuelta, se ven carteles antiinmigración

Publicamos una traducción no oficial del artículo de A Nova Democracia.

En Francia, la extrema derecha toma la delantera en las primeras elecciones del domingo para los escaños en el Parlamento, lo que apunta a la derrota de Macron y de la falsa izquierda.

En Francia, la extrema derecha salió victoriosa en los resultados de la primera vuelta de las elecciones al parlamento francés, celebradas el 30 de junio. Rassemblement National, el partido de Marine Le Pen, obtuvo el 33%, seguido por la coalición oportunista de falsa izquierda Nuevo Frente Popular, con el 28%. La coalición apoyada por el presidente Emmanuel Macron obtuvo sólo el 21% de los votos.

Rassemblement National, el partido de Marine Le Pen, buscará confirmar la victoria en la segunda vuelta, el 7 de julio. Si se confirma el 33% de los votos, la extrema derecha obtendrá 297 de los 577 escaños del Parlamento francés, resultado que permitirá a Jordan Bardella, líder de la extrema derecha, asumir el cargo de Primer Ministro de Francia.

La coalición Nuevo Frente Popular, reunida apresuradamente para impedir la victoria de la extrema derecha, fracasó y ahora pretende llegar a un acuerdo con la coalición del presidente reaccionario Emmanuel Macron. El Nuevo Frente Popular incluye al Partido “Socialista”, el Partido “Comunista” de Francia, Europa Ecología y France Insoumise.

Gracias a la reactivación del Frente Republicano, la falsa izquierda junto al Renaissance (el partido de Macron que encabeza la tercera coalición electoral), casi 200 candidatos anunciaron que no se presentarán de nuevo, en un intento de evitar la división del campo político opuesto a la derecha extrema. Se trata de una estrategia para evitar la división de los votos de quienes no votaron ni votarán por la extrema derecha de Rassemblement National, aumentando las posibilidades de que los candidatos ultrareaccionarios sean derrotados.

Pero puede haber problemas en el camino. Edouard Phillipe, ex primer ministro y líder del partido Horizons (que forma la coalición electoral de Macron), no estuvo de acuerdo con la estrategia del Frente Republicano. Dijo que los candidatos de su partido sólo deberían retirarse de la carrera si el escenario en la segunda vuelta no está polarizado entre la extrema derecha y la falsa izquierda. Lo que indica que la falsa izquierda francesa quiere una alianza con la derecha liberal más que con los propios políticos imperialistas.

El día de las elecciones se produjeron protestas combativas en toda Francia. Los manifestantes salieron a las calles para protestar contra la extrema derecha y se enfrentaron con la policía.

El día después de las elecciones, carteles de uno de los partidos que integran la coalición de extrema derecha causaron repercusión por su postura antiinmigración, rozando el neonazismo. El cartel tiene la imagen de un niño blanco, rubio y de ojos azules junto a la frase “Demos un futuro a los niños blancos”. Tras la repercusión negativa, el grupo de extrema derecha afirmó que sustituirá los carteles por otro con la frase “Que vuelvan a África”.

El resultado, hasta ahora, confirma la derrota de Macron, que disolvió el parlamento francés después de las elecciones al Parlamento Europeo con la intención de polarizar a los franceses para que lo apoyaran. Ahora apoyado por la falsa izquierda, Macron buscará aliviar el peso de esta derrota. También indica que, después de todo, la extrema derecha francesa ya ha conseguido un logro: ha creado un campo fértil para que los ultrarreaccionarios propaguen su discurso anticomunista, antiinmigración y pro-sionista, un campo que ya existe en Hungría (por Orban), en Italia (por Giorgia Meloni), en Alemania (por “Alternativa para Alemania”), Polonia (que hasta diciembre de 2023 tenía un partido de extrema derecha a la cabeza) y otros.

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